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miércoles, mayo 29, 2013

Una nueva actitud hacia el peso y la comida


No quiero controlar mi peso o mi físico. No controlo mi comida ni lo que como. No hago dieta, ni me propongo comilonas. Mi cuerpo y mi manera de comer están en manos del poder superior.Por que se que cuanto mas trato de controlarlo mas se me escapa y mas se va hacia el lado opuesto de donde yo quiero llevarlo con el control. He aprendido con el programa a dejar sueltos todos estos aspectos, ya que por si solos se moderan, y así me conformo con el equilibrio del 50%.

Ese es el camino de la aceptación. Del agradecimiento, de vivir apreciando lo que tengo y no pensando siempre en lo que no tengo, y generarme así ansiedad y tristeza, que por supuesto genera mas comida. 


He aprendido a ser feliz en cada momento a pesar de mi físico o mi manera de comer. Esas dos cosas no tienen nada que ver con como me siento a día de hoy. Recuerdo cuando un simple alimento me cambiaba el carácter. Hoy ya eso no me pasa, gracias al poder superior. El alimento compulsivo ha dejado de tener poder sobre mi, de alterarme y hacerme sufrir. Ya no lucho con la comida, y me siento libre.

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miércoles, mayo 22, 2013

Recuperacion fisica, plan de comidas y paso 2


Creo que la recuperación debe ir a la par. Ahora me falla la parte física, y me cuesta encontrar la motivación para una abstinencia limpia, por que ya no soy esclavo de la búsqueda de la delgadez. Vivo día a día, y me siento feliz. Lo único que me molesta son las incomodidades de cierto sobrepeso. Pero hasta eso se que no esta en mi mano, que se resolverá con el tiempo, y no cuando yo quiera. Que solo tengo que soltarlo, dejarlo estar, aceptarlo y seguir adelante, y se resolverá.

Para mi uno de los puntos básicos del programa,  y la clave del paso 2, es creer que me puedo recuperar. Tener fe en ello. Pensar que eso va a pasar antes o después. Y no cuando yo quiera, por que yo no lo controlo, no esta en mi mano. Yo hago mi parte, todo lo posible, pero el resultado no depende de mi. Si no de muchas cosas mas que yo no comprendo ni controlo. Y que como dice el paso dos y tres, están en manos de mi poder superior tal como yo lo entiendo. Para mi son todas las circunstancias ajenas a mi,  fuera de mi control, llámalas coincidencias, llámalas destino. Por ejemplo. Estaba yendo a trabajar andando, 1 hora todos los días. Y me lastime el tobillo un día por la tarde cualquiera simplemente andando por que me caí por un bordillo. Ahora no puedo andar mucho rato, y no le veo recuperación cercana al pie. ¿Es que dios no quería que yo fuera andando al trabajo? ¿Es que no era mi momento? ¿por qué me tuve que caer en es momento que ya había perdido varios kilos por el simple hecho de ir al trabajo andando? ¿por qué no se me cura ahora el pie y puedo volver a caminar? En mis oraciones o meditaciones diarias pido a mi poder superior que me ayude a poder volver a caminar, y yo trato de hacer mi parte, que es recuperarme visitando al masajista, haciendo los estiramientos y los automasajes, reposando, etc, etc.

Escoger entre fe y razón me resulto fácil. Pensé hasta donde me había llevado la autosuficiencia y la razón en mi vida, el poner como poder superior al hombre en el centro del universo, y a mi, como ejemplar. Eso me llevo a la autodestrucción mediante una  adicción a la comida, por que sufría por razones que no podía comprender, y mis propios congéneres, eran los que me hacían sufrir.

Creer en algo superior a mi me hizo creer en virtudes y sentimientos que si bien los seres humanos los tenemos, y los exponemos a veces, son los opuestos a los defectos de carácter. Me hizo creer en un bien supremo, que quiere lo mejor para mi, y para toda la humanidad, que me ha hecho como soy,  y que se encarga de todo aquello que yo no comprendo, incluso dentro de mi.

Que es la ciencia sino un dogma de fe. Al que te enseñan a rajatabla sin discusión y te la enseñan que es así por que si. Igual que las religiones, que todas pretenden llevar la razón. Parece que la ciencia se comporta como la religión, de manera dogmática.

La ciencia se me antoja como un poder superior al que muchos adoran sin dudar. Otros ponen en el centro de sus vidas como fe, la tecnología, el dinero, el ser humano, a si mismos… Cada uno cree en lo que quiere. Y muchos tratan de imponer sus creencias.

En oa he aprendido a alejarme de las visiones cerradas y dogmáticas por que solo generan  dolor, frustración y muchos defectos de carácter. He aprendido la tolerancia y el respeto.

He llegado al punto de entregar mi comida a mi poder superior. Yo no tomo decisiones sobre mi comida. Se que es lo mejor para mi por que mi mente esta nublada por el defecto de carácter de la gula.

Tampoco me centro demasiado en planificar mis comidas. Se mas o menos lo que  voy a comer por anticipado, pero como mi plan de comidas esta en manos de dios, es el quien decide. Yo no estoy al cargo ni tengo sano juicio para escoger.

El resultado de esto es la liberación, y el cese de los atracones. Como lo que dios me pone por delante. Cada vez que yo ansío la comida, me pregunto si es hambre física o compulsión, y gracias que solo por hoy se ver la respuesta y he aprendido a diferenciar. Es así como hoy día puedo comer cosas y de una manera que antes era incapaz. Se ha restaurado mi manera de comer a como era antes de despertarse mi enfermedad. Parece que mi recuperación ha consistido en eso, en desandar lo andado hacia la enfermedad y volver a ser como era antes, pero con muchas mas cosas buenas en mi vida que he ganado durante todo este tiempo de esfuerzo por recuperarme.

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miércoles, mayo 15, 2013

Recuperación espiritual de la compulsion por la comida


Estoy avanzando en aceptar los comentarios de personas sobre mi físico. Me ha pasado ya en dos ocasiones de ver a gente que no veía hace mucho tiempo, y me han comentado como estoy. Y me ha dado igual. Cuando antes, irónicamente, cualquier comentario sobre mi físico me subía al cielo o el infierno. En ese aspecto me siento liberado.

Pero por supuesto tengo que estar con la guardia alta. No me puedo fiar de mi. Por que se como es la enfermedad, lo astuta que es, y las mentiras que puede meter en mi cabeza. Así que por eso sigo escribiendo, usando las herramientas todo lo que puedo, yendo a reuniones, para mantenerme en observación, por que por supuesto, no pienso que este curado. Yo no soy quien para decidir eso sobre mi.  Me preocupo de vivir solo ahora, sin evaluarme.

La compulsión no ha desaparecido, pero ahora me ataca por otro sitio. Ya no me ataca por el alimento en si. Si no que lo que me tienta es el atracón. La tentación ya no es un alimento. Si no desaparecer para ir a un supermercado y comprar mucho. Lo extraño es que luego entro, y no lo hago. Es otro tipo de tentación distinta a la de comer el alimento que tienes a la  mano. Me resulta mas fácil de sobrepasar por  que puedo reaccionar con tiempo. Así que estoy recuperando terreno a ese miedo que tenia a entrar a los supermercados.

¿Puedo llevar una vida espiritual compatible con comer ciertos alimentos que antes para mi eran compulsivos? No lo se, ni me planteo mi vida por que vivo solo por hoy. Pero si se que he experimentado un descenso del nivel de compulsión importante. Ahora como cosas, que antes me hubieran llevado directamente al atracón. Y sin embargo ahora las como, y no sucede eso. ¿Por qué? Pues por  el trabajo del programa. Ya no es cuestión del alimento en si, si no de que mi vida entera me llevaba a comer. Cosa que ya no me pasa, por que mi vida ha mejorado mucho desde que estoy en el programa.

¿Cómo afecta la gula a  mi vida diaria y a mi yo espiritual? Es una molestia mas que nada. Afecta a mi calidad de vida. Y a la toma de decisiones. Pero he aprendido a preguntarme a mi mismo si tengo hambre física o es gula lo que siento. Por que se que la gula es un defecto de carácter y me destruye. La gula destruye mi recuperación física, que esta muy deteriorada.

¿Cómo puede un poder superior a mi, y mi fe en el, alejarme de la compulsión por la comida? Yo lo veo claro y lo he experimentado. Liberándome de mi gula, ya que yo solo no puedo con ella. Dándome fuerzas para hacer lo que yo solo no puedo, como renunciar a tentaciones, y decir que no cuando me ofrecen comida.

La comida y el peso no son cuestión de felicidad. Siento que para mi la fe es la cuestión de  mi felicidad. A raíz de un despertar espiritual para mi es mas importantes estar conectado a mi dios, vivir en paz, que la delgadez o el peso. Eso es solo ya una molestia, una incomodidad, para nada una obsesión o el centro del universo como lo eran antes.

Si me lo pregunto a mi mismo, que prefiero si el subidón de haber perdido 40 kg o los momentos de despertar espiritual que tanta alegría me han dado, la respuesta es clara: el despertar espiritual. Fue una experiencia mucho mas intensa y enriquecedora. El desaparecer ese vacio interior que antes trataba llenar con comida, el sentirme lleno, realizado, vivo y feliz, es algo que me dio ese despertar espiritual y no la delgadez. Por que una vez adelgace, y seguía teniendo el mismo caos emocional en mi vida. Fue el programa lo que se llevo la tristeza y el vacío interior. Por eso creo que para mi la paz espiritual es mas importante que la delgadez o la salud física. Es importante si, pero no lo es todo. Y en mi día a día, es solo una molestia.  Antes lo sufría como un dolor intenso que me desgarraba, y pensaba que era el físico lo que me dolía, y realmente no era eso. Era el vacío interior que sentía. Muchas personas como no saben salir de ahí, piensan que si adelgazan la vida será mejor, de color de rosa. Yo lo experimente, si mi vida mejoro, pero no era la panacea, ni la salvación. Seguía teniendo los mismos problemas interiores, solo que estando delgado. Es donde entro para mi el desarrollo interior, el crecimiento espiritual, que es lo que me dio realmente la felicidad que buscaba.

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miércoles, mayo 08, 2013

Recuperando mi yo anterior a desarrollar la compulsion por la comida


Lo primero que note fue la perdida de culpabilidad de comer. Como antiguo anoréxico siempre me sentía culpable cuando comía un poco de mas..

Entonces experimente un despertar espiritual  y eso dejo el placer de la comida a la altura de los zapatos. Adelgazar ya no era lo importante. El bienestar, la paz y mi abstinencia eran lo mas importante. Así que como adelgazar ya no era lo importante, y sabia que la delgadez no era la clave de la felicidad, deje de obsesionarme con los kilos y mi cuerpo. Y así pues deje de sentirme culpable por comer ciertas cosas, o por comer de mas, o por no llevar un plan de comidas perfecto.

Eso abrió la puerta a que  tuviera cierta flexibilidad. Ya si comía un poco, no tenia por que recaer. Lo escuche nombra como “o te doblas o te rompes”. El plan de comidas dejo de ser una vara de medir, estricta, rígida y pesada como una losa. La normalización de mi manera de comer estaba en camino. La compulsión estaba bajando a niveles insospechados. Los atracones parecían muy lejanos, y comía cosas que antes era incapaz de comer sin darme un atracón.

Durante un tiempo empecé a comer de todo. Ya no era capaz de llevar un plan de comida restrictivo y cerrado. Adiós al control y la obsesión sobre mi comida. Como no lo hacia bien según mis patrones anoréxicos de comer cantidades pequeñas y siempre comida sana, una y otra vez, y además no recaía, deje de obsesionarme. Deje de tenerle miedo a la comida.  Fue una liberación soltar mi peso, dejar de vivir a dieta, y comer simplemente lo que dios me pusiera por delante, sin planificarlo con control, metodología y obsesión.

Hoy me siento libre, normal, tranquilo. Si un día como una cosa, que antes no comía, no pasa nada. Vivo cada comida en ese momento. Cada comida no es un motivo por el que castigarme  o medirme, o alejarme de la felicidad de la delgadez. Por que he estado delgado y no era ni la mitad de feliz que ahora según los cánones de felicidad de las personas normales (pareja, familia, trabajo, aficiones, etc).

He empezado a vender o regalar ropa que no me vale, y comprarme la que si me vale, y no ha sido ningún trauma. Una aceptación de mi yo actual. Y no pasa nada.

Ahora mi plan de comidas, es comer de todo, pero sin darme atracones. Puede parecer un plan de comidas de mínimos. Pero es un plan de comidas pensado para no fustigarme. Para no preocuparme de si adelgazo o no. Es un plan de comidas pensado para soltar el control sobre mi comida y dejárselo a dios. Es mas, yo no he escogido este plan de comidas, ha salido así. Yo no lo esperaba.

A veces he escuchado de compañeras que tras mucho tiempo de programa han logrado comer otra vez de todo. Yo no me cuestiono ni me justifico pensando si soy uno de esos casos o no. Solo trato de vivir la comida que me toca de la manera mas cómoda, inofensiva, pacifica y serena para mi.

¿De que me servía antes comer de dieta hasta lo enfermizo y angustiarme y recaer después? ¿De que me servía antes comer x alimento compulsivo y luego recaer? Por supuesto que tengo alimentos compulsivos, y situaciones compulsivas. Pero a día de hoy, solo por hoy, gracias a dios, el atracón no forma parte de mi vida, hace ya tiempo. Y la obsesión por la delgadez ha desaparecido. Por supuesto que me gustaría perder peso, pero no esta en mi mano. Adelgazare en el tiempo de dios ,no en el mío, por que el controla todos esos pequeños detalles de mi rutina: el estress del trabajo, el hacer mas o menos ejercicio, el salir mas o menos al campo, la comida que entra y sale de mi vida, que hacen que sin luchar pierda o gane peso. He aprendido, con mucho trabajo, que mi peso no lo puedo controlar, y que el peso no da la felicidad.

Creo que el alimento compulsivo, que se que los tengo, ha perdido para mi el valor de objeto prohibido que yo le di en su momento. Comerlos ya no me da placer, se el daño que me hacen. A veces como algo, pero se que mas, no es bueno. Y que no pasa nada por ese poco, y que hay se queda. Incluso los rechazo. El alimento compulsivo ha bajado de su pedestal. La compulsión de origen emocional o espiritual ha bajado muchísimo por que mi vida esta en orden. Y la compulsión física del alimento en si, es muy débil. Es como si muchos alimentos compulsivos hubiesen dejado de serme compulsivos. Algo que ya he vivido antes, pero no de una manera tan radical.

Es como si hubiera dejado de ser el chico anoréxico / comedor compulsivo,  y hubiese vuelto atrás al ser el chico gordito que era antes. Nunca pensé que pudiera experimentar una recuperación así. Pero claro mi recuperación no es mía, y no la decido yo. Claro que me gustaría adelgazar, pero no es mi meta de felicidad, ni mi prioridad. Creo que es mas cuestión de salud y de comodidad.  Tampoco ya existe para mi el motivo de adelgazar por lujuria, por que tengo pareja que me acepta como soy y eso me ayuda a aceptarme a mi mismo. Además hago las actividades que quiero hacer, sin cohibirme por no estar en forma. Salgo al campo, hago deporte, ando largas caminatas.

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