ESCRIBE AQUI EL TEMA SOBRE EL QUE QUIERES LEER EN MI BLOG:
Búsqueda personalizada

sábado, noviembre 25, 2006

Articulo aparecido en prensa escrita sobre oa

Articulo aparecido en prensa escrita sobre comedores compulsivos anonimos (oa / cca):

viernes, noviembre 17, 2006

Segundo paso - cuaderno de trabajo

 



Ya no tengo el orgullo de creerme que la comida es mi único problema. Tengo cicatrices emocionales graves. Que vienen marcadas por lo que estaba decidido en mi vida incluso antes de nacer yo, por la familia en la que nací. Y soy impotente ante ellas. Se que en mi la comida es un síntoma, hay mucho mas. La comida es por donde estallo. He tenido depresiones crónicas, baja autoestima, subidotes y bajones emocionales que me asustaba de mi mismo pensando que era bipolar. Incapacidad para acercarme al sexo opuesto. Accesos de ira, obsesiones, fantasías múltiples y desbocadas, e incluso una vez ideas suicidas, pero como todos los suicidas, era mas por llamar la atención que otra cosa. Hay mas bajo mi personalidad que un simple comida. La suerte es que con todo el dolor y sufrimiento que he sufrido, pueda vivir día a día.

Yo no era consciente de lo que hacía con la comida. Solo quería adelgazar. Costara lo que me costará, el tiempo que me tomará me daba igual, un año, dos años. Se me cambio el chip de comer como un cosaco a comer como un pajarito, y de hay a comer una vez al día durante años, a intentar vomitar puntualmente. Al atracón diario, y varios días sin comer por culpabilidad. Todo por que quería estar delgado por que creía que mi obesidad era el origen de mis problemas, cosa que a lo mejor era cierto o no en aquel momento, pero que el adelgazar no ha solucionado. Sigo teniendo problemas.

Yo he tirado comida por miedo a comérmela, odiándola. Yo he viajado en coche ansiando parar en cada gasolinera nada mas que para comprar los alimentos de picoteo que allí había. He tenido broncas y peleas en casa de mi madre por que intentaba que no trajeran a casa la comida que yo no quería comer pero que era incapaz de dejar de comer. De adolescente arranque comida de las manos de un amigo sin pedir su permiso y esto provoco unan pelea. De mas niño, rabie por querer comer algo que mi madre no me dejaba y rompí un cenicero estrellándolo contra el sueño y me corte en la mano profundamente. Ahora se que la enfermedad siempre estuvo ahí, agazapada, esperando, a que le abriera la puerta.

Sobre mi comida y mi salud he mentido bastante. Para evitar suspicacias de otras personas, y que me dejaran tranquilo. Y sobre todo me he engañado a mi mismo, con un objetivo que era un espejismo. Quería controlar mi vida, llevarla hacia una hipotética felicidad en encontrar pareja como consecuencia de la delgadez. Hoy se que la felicidad es un estado de animo, un vivir en recuperación que yo he de construir alrededor de mi mismo con ayuda de oa, mis compañeros, y dios. Y que las mujeres, me pueden hacer mucho daño, pero la soledad también.

He vomitado de tanto comer. He tirado comida por tal de no comerla. He cogido comida de las manos de un amigo de manera violenta. Me he enfadado con otras personas para que no trajeran o me ofrecieran comida. He huido de celebraciones y amistades por no tener visión de comida. Me siento como el drogadicto que se esta desenganchando. No puedo juntarme con personas comen de cierta manera por que ver como comen a mi me duele. Sería como pedirle a un drogadicto que mirara mientras otros se drogan. Por que la comida para mi es una droga, y ante tal fuente de placer, en la locura en la que estaba sumida mi vida, he hecho de todo, abusando y desabusando, son la comida.

Recuerdo la sensación de culpabilidad después de un atracón. Pensando que estaba destruyéndome, que estaba tirando por tierra todo lo que había logrado y que ponía rumo a mi propia autodestrucción, pues comía de manera que me encaminaba de nuevo a la obesidad y la depresión.

He sido marginado por otras personas que me veían como el típico gordito manipulable y bonachón. Cuando me utilizaban yo me sentía estúpido y me cerraba en banda, y todo era por mi poca fortaleza de carácter nacida de mi baja autoestima, lo que me llevaba a una incapacidad para decir no, para ponerme en mi sitio.

Mi salud no me importo un pimiento durante años. La maltrate con exceso de peso y sedentarismo. Siempre estaba constipado, los kilos son como la nicotina para el cuerpo. Luego al estar comiendo de forma totalmente opuesta y al adelgazar tan rapido, las secuelas, quiera yo negármelo o no, son evidentes. Puedo hasta cuestionarme mi vegetarianismo. Pero una cosa esta clara, la mas dañada ha sido mi salud mental, por que cualquier cosa que me pasa la achaco a la comida o mi manera de comer.

domingo, noviembre 12, 2006

Primer paso - finalizado

 Soy impotente ante la comida por que:


-solo se comer dándome atracones, o para Vivir a dieta, no se comer para mantenerme estable de peso. Cuando he de comer para mantenerme de peso la duda y la incertidumbre se apoderan de mí. Habré subido, habré bajado, y eso me lleva a pesarme más.


-no puedo comer a la vez que recibo muchos estímulos externos, por que relajo la alerta sobre mi Modo de comer.


-no puedo comer mientras hablo o discuto de un tema que me implique emocionalmente, ya que me altera, estoy al tema de conversación y no a como estoy comiendo.


-prefiero sacrificar un hobby o afición, para no tener que enfrentarme ala comida o a viajes que me alejen de mis reuniones de oa.


-tengo miedo de comer, mejor dicho de comer de una manera que no sea sana para mi. De pesar más o menos del k yo considero mi peso ideal.


-Durante años he vivido preso de un sobrepeso excesivo que me causo muchos problemas emocionales y de salud.


-He sido incapaz de controlar mis emociones, y he acudido a la comida para apaciguar mi dolor, en vez de enfrentarme a los problemas, las situaciones o las personas.


-He vivido obsesionado con mi peso y mi aspecto físico, pesándome de forma compulsiva, una, dos y tres veces al día, creyendo que cuando adelgazara todos mis problemas se solucionarían, ligando mi estado emocional a mi peso.


-He clasificado a las personas según su manera de comer, y me he alejado de aquellas cuya manera de comer no me gustaba, por miedo a que sus hábitos se me pegaran.


-En cuanto a comida no tengo una percepción real de las cantidades. No se lo que realmente es poco o mucho, o cuando estoy saciado o no.


-He asociado el hambre a mi bienestar. Sentía alegría al tener hambre, por que asociaba el hambre a adelgazar.


-He intentado vomitar cuando he comido demasiado y me he sentido culpable por haber comido tanto.


-He sentido resentimiento hacia mi madre por ofrecerme comida y por su manera de alimentarme durante los años de mi niñez en que mi alimentación dependía de ella, y por la educación nutricional que me ha dado.



Mi vida se ha vuelto ingobernable por que:


-No puedo vivir con mi familia, su trato hacia mi me generan tales sentimientos, que huyo hacia la comida.


-no puedo faltar a una de mis tres reuniones semanales de oa, si falto recaigo, ya me ha pasado dos veces.


-confundo el sentimiento de compañerismo de oa con la atracción, cuando se trata de compañeras.


-no se manejar mis emociones cuando hay comida, familia o mujeres de por medio.


-prefiero no ver a mi familia en navidades antes que enfrentarme a todas las emociones que me genera visitarles, y antes que enfrentarme ala comida que se come allí.


-si he de vivir sin hacer planes a largo plazo, viviendo solo al día, aplicando el solo por hoy a mis otras facetas de la vida, no puedo pensar en que hacer con mi vida, ergo yo no controlo mi vida. ¿es esto soltar riendas? ¿o es que mi miedo a la comida controla mi vida?


-si las emociones me superan y las tapo con comida he de cuidar mis emociones, ergo no no puedo sentir emociones fuertes para huir de los atracones. No puedo tener broncas en el curro, peleas con la novia, y en un futuro peleas con hijos. Ergo la comida, o el huir de las emociones malas que me llevarían a la comida, controla mi vida y mi futuro. El no poder pensar en mi futuro me agobia.

No podría soportar p ej la presión de ser cabeza de familia.


-No soy capaz de comer solo un poquito de ciertos alimentos, yo lo quiero todo.


-He rehuido eventos y reuniones, por que sabia que allí habría comida peligrosa para mi.


-Cuando he estado presa de la comida, esta me ha anulado totalmente, y yo solo quería comer y dormir, mi vida desaparecía, y mi rendimiento en el trabajo disminuía.


-No tengo unos hábitos de comidas normales, los míos están alterados a extremos. O como muy poco, o como excesivamente.


-He creído que solo encontraría pareja cuando venciera esta enfermedad y adelgazara x kilos, cosa totalmente falsa.


Comentario de texto sobre el primer paso:


Recuerdo la sensación de impotencia ante la comida las semanas antes de entrar a OA. Cuando toque fondo del todo, que no fue la ultima vez que lo hice. Estaba tan hecho polvo, subiendo peso de una manera descontrolada. Me maldecía a mi mismo porque apenas un año antes había podido bajar de peso totalmente y en aquel momento no podía siquiera controlar lo que comía.


Antes de entrar a oa, me di un ultimátum. Dije “voy a intentarlo por ultima vez, si no puedo iré a comedores compulsivos” Tenia claro que lo mío era compulsión, adicción. Eso si lo tenía claro. De hecho encontré Oa en Internet buscando en por “compulsión por la comida”. Aun así en los primeros meses de entrar en oa pensaba que yo aun podía con la comida como había podido cuando perdí los 40 kg que perdí, que simplemente estaba allí para refrescarme la memoria. Que yo  no necesitaba aquello tanto. Aun no me había dado cuenta de todo lo que se hoy. No quería ver la verdad.  Que había un problema mas grave de la comida. Y sin embargo lo tenía ahí, la comida había mantenido mi vida al ralentí en una depresión durante años, y se había agravado cuando había tenido cambios emocionales fuertes, como cuando trabaje en marbella para una persona adicta a la cocaína, o como cuando fui dejado por una mujer.


Recuerdo mi última época antes de mudarme a Madrid. Cuando toque fondo de verdad. En recaída pero en OA. Fueron unos 15 o 20 días de estar de la cama a la cocina, y de la cocina al ordenador, y vuelta a la cama. Todo se desdibujaba, dejaba de tener sentido. Trabajaba a horas extrañas, de noche (trabajaba en casa). Era un ermitaño en mi cuarto. Me aislaba de mi familia. Sin embargo me llamaron a Madrid (por que estaba fallando en mi trabajo) y esa fue el principio de mi nuevo despertar, conocer los grupos de aquí, y tener la oportunidad de vivir aquí. La propia comida me hizo cambiar mi destino.


Yo tengo una terrible fuerza de voluntad. Una gran valentía y decisión, a veces incluso temeridad. Es un rasgo de mí que aprendí en la escalada. Yo quiero ir del punto a (en el suelo), al punto b (a 30m de altura). Y tengo que tener fe en que puedo llegar, en que el equipo aguanta mi peso, en que no me voy a caer y no me voy a matar. Y voy a subir allí quiera la gravedad o no quiera. Si entras con dudas no subes, así de simple. Aprendí que cuando quería algo si me convencía de que podía lograrlo tenia la mitad del camino hecho. Cualquier cosa que me propuse, lo conseguí. Incluso adelgazar. Pero con la comida llego un punto que perdí el control. No se decir que no. Es superior a mi.


No fui consciente de que esto era una enfermedad de verdad, hasta que la vi en un escrito a la misma altura que la bulimia y la anorexia. Con todos sus síntomas, y reconocida clínicamente. Y señalada como una enfermedad mental. Hasta que he sabido que otra compañera ha atacado la enfermedad con ayuda de médicos psiquiatras y medicación.


Ya no culpo a mi madre, ni a mi padre, ni a su familia, ni a mi herencia genética, ni a la sociedad, ni a mi mismo, ni a la comida, por esta enfermedad. Se que yo soy un resultado de todos estos factores, y he de vivir con ello. Doy gracias por saber lo que me pasa, por que otros muchos no lo saben, y viven perdidos.


Físicamente la enfermedad se ha manifestado en mí de las siguientes maneras:


La enfermedad ha destruido mi salud y mi cuerpo. Tengo estrías a docenas, flacidez, y una barriga vacía que jamás desaparecerá y por la que siempre me veo gordo. Tengo la columna desviada por que de niño me inclinaba para ocultar mi barriga, por que tenia complejo. A parte tengo cinco puntos en una mano por una vez que rompí un cenicero por que mi madre no me dejaba comer mas. Acabe en el hospital con un cólico por un atracón. He vomitado por comer demasiado. He intentado provocarme vómitos. He estado días sin comer. Después de haber adelgazado tantos kilos me he quedado algo débil.


Emocionalmente:


Mi personalidad ha sido presa de la marginación, discriminación, maltratos y acoso de otros chicos de niño por ser diferente y gordo, lo que marco mi personalidad y mi desarrollo como persona.


Siempre he tenido complejo de mi cuerpo. Miedo a enseñarlo, a quitarme la camiseta. He estado veranos enteros sin pisar una piscina o la playa por vergüenza de mi cuerpo, a pesar de vivir en la costa con veranos de seis meses.


Siempre tuve la autoestima por los suelos. Viví la mayor parte de mi vida preso de una depresión continua. Cuando estaba mejor lograba estar solo melancólico.


Todo esto ha generado en mi cierta incapacidad emocional para relacionarme con personas del sexo opuesto. Con la autoestima por los suelos, y un aura de depresión a mí alrededor, nadie se iba a acercar a mí. Yo era (o soy) incapaz de atraer a nadie si no me quiero a mi mismo. Esa aura de negatividad se me notaba, y ellas la rehuían.


No quería salir de noche ni divertirme Ni celebrar mi cumpleaños ni nada. Simplemente no le veía color a la vida. Pensaba que jamás podría gustar a una mujer, así que las actividades que se hacen para relacionarse con mujeres, yo las obviaba. Pensaba que no eran para mí, de que me iban a servir. Así que yo hacia otras cosas diferentes.


Mis emociones están tan dañadas que estas tienen picos, suben y bajan, como un carrusel. Y no lo controlo. Lo mas mínimo me altera y me pone en el cielo o en el infierno. Mi cabeza es un hervidero de obsesiones y fantasías, que solo logro detener a rachas.


Espiritualmente:


Intranquilidad, paranoia, miedo a la comida, miedo a mis emociones, miedo a salirme de la rutina. Solo he conocido momentos de plenitud, de realización y de paz de la mano de oa, durante el breve tiempo que he estado abstinente.


Mi familia paterna tiene un alto grado de obesidad mórbida y antecedentes de enfermedades nerviosas. Mis tíos por parte de padre, incluso mi padre, han tenido que estar todos en psiquiátricos durante su adolescencia. Mi padre perdió una vez la cabeza con 40 años por una adicción a un fármaco y al ejercicio físico. Crecí en una familia emocionalmente rota por infidelidades de mi padre. A los 20 años sufrí un divorcio. Crecí rodeado de relaciones personales enfermas y dolorosas. Mi madre me ha educado lo mejor que ha sabido, ha sido la mejor madre que ha podido. Para ella eso significa que “niño gordito, niño feliz” por que se crió en un ambiente de hambruna y penurias en la posguerra en el campo andaluz.


Se que no soy una persona normal, hoy lo acepto. No puedo mantener libre albedrío a la hora de decidir que comer, dentro de mis alimentos permitidos “no compulsivos” por que mi voluntad esta enferma, solo puedo decidir que comer de manera sana al final del día cuando ya estoy lleno y tranquilo.


Después de tantos años perdido en la obesidad, ahora que he perdido todos lo kilos, quiero vivir. Se que no puedo vivir tan  como un comedor normal, ya que la comida me haya robado parte de mi vida, de mi desarrollo como persona. Pero he aprendido que debo disfrutar cada momento de vida que le robe a la enfermedad por que puede ser el último, y vivir agradecido es mejor que vivir asustado. Dar gracias por lo que se tiene y no llorar lo que no se tiene. Si me cuesta vivir agradeceré lo que logre, y no llorare lo que no tengo. Por la comida he tenido que sacrificar muchas cosas. Pero es un proceso para cambiar y vivir de una manera diferente, mejor, mas sana para mí.


Ciertamente mi manera de comer y de relacionarme con la comida no es como la de una persona normal. Una persona normal no se tira años comiendo solo una vez al día. Una persona normal no se salta comidas, se tira días en ayuno. Ni se pega atracones de miles de calorías.


Yo cuando empiezo a comer, no se parar, y como todo lo que haya por delante. He usado la comida como droga para anestesiarme de dolor de la vida. He comido por aburrimiento y por soledad. Y por perspectiva de soledad en el futuro. La comida es un placer fácil lo tienes a mano, y te proporciona un placer rápido. Es mucho mas fácil no solucionar un problema, no sentirlo, que afrontarlo. Sin embargo cuando se pasa la anestesia, el problema sigue ahí, y quieres volver a seguir anestesiado. Es un círculo vicioso. Aprendí en oa que si tienes un problema y comes, tienes dos problemas.


Ahora se que tengo que solucionar los problemas según van surgiendo. No guardarlos y callarlos, por que se acumulan en mi interior y eso me lleva al malestar, y la depresión, a la acumulación de negatividad. Y con el tiempo todo me sobrepasa y huyo a la comida como manera de sedarme, de anestesiarme, de no sentir el dolor que es esta vida.


Yo he comido cantidades ingentes de comida, y sin poder parar. He intentado vomitar por que no me entraba más en varias ocasiones, sintiéndome terriblemente culpable después. Luego esto lo alternaba con periodos de ayuno “para compensar” preso de mi culpabilidad. Sensación de saciedad tengo, pero muy distorsionada. No se realmente lo que es poco o mucho comida.  Ahora creo que cuando como bien me quedo igual que como estaba antes de comer antes de comer igual que después de comer, con la misma sensación. Odio sentirme muy lleno y pesado, por que me trae recuerdos de los atracones y me hace sentir mal.


A mi el comer determinadas cosas o de determinada manera me manda a un estado mental alterado parecido a la depresión, donde mi mente se cierra y no veo nada a los lados, no veo las cosas con claridad y me siento fatal. Los alimentos compulsivos los tengo claramente definidos y han ido evolucionando con el tiempo, según ha cambiado mi enfermedad y mi abstinencia. Pero no solo son los alimentos compulsivos, si no la manera y las situaciones de comer ciertos alimentos:


LISTADO DE ALIMENTOS COMPULSIVOS.


-Dulces y chucherías en general.

-Helados.

-Quesos, yogures y lácteos envasados.

-Leche

-Pasta

-Pan

-Patatas fritas, tanto de bolsa, como hechas en plato.

-Cualquier cosas que lleve harina o azúcar o su combinación.

-Snacks y picoteo, frutos secos.

-Cierto tipo de zumo cuyo edulcorante es muy fuerte.

-Espárragos blancos de lata.

-Cualquier cosas que venga a granel y se coma con la mano.

-Cereales de desayuno.

-Bebidas gaseosas o energéticas.



En general cualquier alimento que venga en bolsa a granel y se coma con la mano me es compulsivo. Cualquier cosa que venga en una unidad grande y haya que cortarlo en porciones más pequeñas para servirme yo. Incluso botellas y cartones tetrabrik.


Comportamientos compulsivos:


-Comer de pie a nevera abierta.

-Comer entre o fuera de horas.

-Saltarme comidas.

-Beber directamente de los cartones tetrabrik.

-comer comida que no es mía, que es de otras personas.

-comer mientras cocino.


La recaída ha hecho que lo que sabia del programa se me olvidase. Compañeros y compañeras me han tenido que recordar cosas que yo ya sabia. La enfermedad hace que el programa se olvide, se deje de trabajar y me abandone a los brazos de la comida, a su dulce inconsciencia y que al final me niegue como persona.


Creo que aun no estoy rendido del todo. Quiero seguir manteniendo un cierto libre albedrío a escoger lo que quiero comer dentro de mis alimentos permitidos. A veces toco algo de mis alimentos compulsivos en pequeñas cantidades por que es la única manera que se de no adelgazar mas. Lo de erradicar los comportamientos o malos hábitos como el comer de pie, o no comer deprisa me cuesta mas. Comer solo me ayuda por que puedo concentrarme en ello. El desayuno con las prisas me desata el comer de pie y el picoteo. Durante un tiempo no he logrado hacer un plan de comidas por escrito, pero si tengo una manera de comer mas o menos fija. A veces puedo decidir con antelación que voy a comer. Tras año y medio de programa por fin he logrado escribir por adelantado lo que voy a comer, y aun así lo altero para meterle siempre algún alimento mas, pero luego escribo lo que he comido de mas. Me parece que he comido de menos, o que mi comida es poca, y por eso siempre acabo comiendo algo más, pero lo apunto, y lo asumo, y apunto como me he sentido al comerlo.


Yo tengo mucha fuerza de voluntad, pero no puedo luchar contra mi vida entera en un solo segundo, puesta en una balanza. Por que no es cuestión de que pueda o no pueda parar de comer. Yo soy incapaz de tomar decisiones sobre mi manera de comer por que mis hábitos de alimentación están alterados a extremos. Solo se comer de dos maneras. O darme atracones, o restringirme las comidas a muerte para perder peso. No se encontrar un termino medio para mantenerme equilibrado. Con otras cosas de mi vida he logrado siempre lo que me he propuesto, pero con la comida no. Por que mi problema con la comida, mi enfermedad, es superior a mí.


Ahora lo se. Ya soy consciente de que los atracones me surgen de mis emociones, de todos mis traumas del pasado. La época en que estado bien conmigo mismo, no he usado la comida como anestesia. Sin embargo cuando mis emociones, y mi vida en general, me han superado, he usado la comida como droga para no sentir nada, autodestruyéndome en el proceso, una espiral de comida y depresión.


La obsesión para mí en mi vida, primero, fue un ansia voraz por comer todo lo que pillaba. Mis kilos y la comida era lo único que tenía. Me volqué en el trabajo por que no tenía afectos ni de familia ni de pareja. O era lo que yo sentía en aquel momento.


Luego se convirtió en un odio hacia mi mismo por haberme hecho mucho daño con la comida, por haber destruido mi físico durante tantos años.


Después fue el no poder parar de comer, el miedo a la comida. Huir de sitios y reuniones sociales por la comida que había, escoger amistades en función de su manera de comer. Hasta tal punto estaba yo obsesionado por la comida.


Mi cabeza no para de bullir con fantasías, obsesiones, y toda clase de pensamientos que no vienen a que.


Recuerdo el no poder parar de pensar en comida, en dialogar con ella, como me atrapaba me envolvía. Como de repente no veía nada a mi alrededor y todo era comida. Esta obsesión mental también se manifiesta en mi como una especie de radar. Siempre me doy cuenta cuando alguien esta comiendo cerca de mi, aunque sea a mi espalda, o a 20 metros, o solo sea un leve masticar por debajo de la música de un restaurante. Así pues mis sentidos y mi libre albedrío están alterados por la enfermedad, infectados, dentro de mi hay una bestia voraz que lo único que quiere es comida, y que yo tengo que acallar con fe, y paz espiritual.


            Mi poder superior siempre esta ahí. Soy yo el que a veces no quiere ponerse en contacto con el, soy yo quien no le dedico tiempo, a el. Me ayuda a parar la obsesión. Pienso en él, que haría el en mi situación, y si estoy en sintonía, me viene la respuesta.


            También poner decisiones importantes en sus manos me funciona, aunque no sean de comida, y aceptar el resultado tal como venga, por que es la voluntad de dios y yo no puedo hacer nada, solo aceptarla, adaptarme y vivir con ella. Así las cosas que no puedo hacer en mi vida no me pesan, se que dios me quiere, me protege y yo le quiero también, por que somos uno. Cuando se abre el canal entre los dos, y siento su paz, somos uno, y entonces estoy abstinente, y no quiero dañarme con la comida, por que no siento dolor en mi alma, que es lo que en el fondo lo que me lleva a comer.


Admitir que ese es enfermo es el primer peldaño para mi para empezar a subir la escalera de mi recuperación. A día de hoy he aceptado esto en mi vida. En mi ultima recaída me auto compadecí de mi por no comer poder igual que las personas normales, y eso me llevo a comer. No soy una persona normal, tengo una enfermedad grave, degenerativa, crónica e incurable, que se manifiesta en mi a nivel físico, emocional, y espiritual. No puedo comer lo mismo que una persona normal y sana, no puedo hacer muchas cosas que hacen las personas normales. Y he de aceptarlo y vivir con ello.


En el pasado he hecho de todo para autodestruirme con la comida, para tapar el dolor de mi vida con la comida, con lo que  no solucionaban mis problemas, y añadía uno mas a todo el conjunto, la obesidad. He comido en exceso, he vomitado, he dejado de comer, he hecho excesivo ejercicio, he tenido pataletas por querer comer más y no me dejaban. Mis hábitos de comida están alterados a extremos, y solo por hoy busco el punto medio en mi manera de comer, y en mi manera de terminar el día, por que los extremos son malos. Como con cualquier droga, la comida, produce extremos en mi persona como adicto, de colocón y depresión.


Mi vida se volvió ingobernable cuando empecé a controlar la comida de tal manera que se modificara mi físico. Cuando empecé a rehuir a la gente y a los eventos sociales a raíz de su manera de comer, o de si iba a haber comida. Entonces mi vida empezó a ser mas solitaria, y empecé a vivir con miedo de la comida, esquivándola. Temiendo el dolor que me causa comer de manera autodestructiva para mía.


Adelgazar no es la panacea. He cambiado en el proceso. Mi vida ha cambiado, pago el precio que cuesta. Nunca volveré a ser el mismo, ni podré hacer las mismas cosas. He elegido vivir libre de la comida solo por hoy. Antes elegía vivir comiendo lo que quería, pero haciendo lo que quisiese, incluido hacerme daño. Yo estaba ciego, creía que la comida y mi obesidad para mi no eran un problema, hasta que un revés de la vida puso mis nervios al limite, y vi que si lo era. Y entonces empezó el viaje hasta hoy. No me arrepiento de nada, por que mi vida ha mejorado, creo que ha merecido la pena. Solo que ya no puedo hacer las mismas cosas que hacia antes con comida de por medio, por que volvería a mi anterior estado, de obesidad y depresión.


La comida afectaba a mi vida. Toda mi vida estaba (y esta) mutilada por mi adicción a la comida. El enemigo, el objeto de mi adicción esta en todas partes, y yo soy tan débil que no puedo enfrentarme a el continuamente, por que la comida se que siempre gana.

    

Vivir sin comida es duro. La vida duele. Yo he usado la comida para no sentir dolor por vivir. La comida era lo único que había en mi vida. Mi sobre peso excesivo fruto de mi  manera insana de comer me mantenía con la autoestima baja y en una depresión continua. La vida sin comida duele igual, incluso mas por que ya no se tiene el apoyo de la comida para tapar el dolor, y hay que vivir día a día encarando la vida de frente y afrontando los problemas en vez de drogándose con comida para no sentir nada. Yo no sabia vivir, solo sabía no sufrir anestesiándome no comiendo. El programa me ofrece una nueva manera de vivir para minimizar el dolor de mi vida al mínimo.


El peso no da la felicidad, igual que el dinero tampoco. Adelgazar no es la panacea, pero si es bueno. Yo pensé que mi vida se solucionaría cuando adelgazara, pero no es así. Sigo teniendo los mismos problemas, pero ya no me destruyo con comida.  He decidido vivir en vez de morir en vida, he aceptado que no puedo controlarlo todo y que me tengo que adaptar a la vida como venga, a las cosas buenas y a las cosas malas.


Aun hoy cuando la vida me duele tanto que me sobrepasa aun ese viejo mecanismo de huir a la comida sigue en mí. Y tengo que tener mucho cuidado para ver cuando se activa o no. Tengo que vivir en paz conmigo mismo y con los que me rodean. Por que cualquier variación de la llama de mi vida me altera y no quiero volver a comer para no sufrir. Al menos no hoy.


Aun quiero conservar ciertas partes de mi vida anterior. Las partes buenas, aquellas que no me causaban dolor, mis aficiones. Pero me cuesta por que es difícil conjugarlo con la paz espiritual. Esas aficiones son compartidas por personas que están en la locura de la vida diaria, que viven inmersas en la comida, que viven haciéndose daño los unos a los otros. Yo no puedo entrar al trapo en los juegos emocionales de otras personas. Ver un grupo de amigo y saber quien se ha liado con quien, quien esta enfadado con quien. A mi eso me desestabiliza, me resulta molesto, es como una espina clavada. Quiero rehacerme de nuevo, rendirme y empezar de cero, la cuestión s si tengo que sacrificarme en el proceso, si estoy dispuesto a pagar el precio que sea necesario por mi recuperación. Ahora ya se que no puedo hacer lo que quiera, solo puedo hacer mi parte y que el resto del mundo y dios me devuelvan los resultados, que están mas allá de mi control. Elimina mi egocentrismo, que tengo como enfermo, como obeso adelgazado que quiere sacarle a la vida hasta el ultimo instante de vida que no tuve. Pero vivir demasiado me daña. NO puedo controlar mi vida, esta se ha vuelto ingobernable. Yo solo puedo hacer mi parte, y con los demás igual. No puedo controlarles, yo solo puedo hacer mi parte.


Mi anterior manera de vivir, exigiéndole a la vida, con el sueño infantil de que yo algún día seria rico, creyendo que yo podía lograr lo que quisiera, era errónea. A donde me llevo a depresiones y atracones. No avanzaba, me caía en un pozo cada vez más fondo. Ahora solo quiero crecer como personas, conocerme más, y estar en paz conmigo mismo. Ahora quiero vivir solo por hoy según el modo de vida de los doce pasos.

        

No. Cuando admito que soy impotente ante la comida, admito que no puedo controlarla, que tengo un problema con la comida, que es una enfermedad, y que necesito ayuda. Que mi manera de comer es reflejo de mi estado interior, y que si yo estoy mal, estaré mal con la comida, y que por lo tanto necesito tener mi mente, emociones y espíritu en paz, para no estar mal con la comida.

        

Me descubre que soy débil ante la comida, y que solo no puedo. Que necesito toda la ayuda que puedo, de mi mismo, de mis compañeros de oa, de dios, para enfrentarme a la comida y a sus efectos en mí.


Tengo una enfermedad degenerativa, crónica e incurable. Necesitare tratamiento constante y diario mientras viva. Mientras tenga que seguir comiendo. Soy adicto a la comida. La compulsión esta en mi y nada la va a sacar. Solo puedo detenerla, vivir con ella, y no dejar que me sobrepase. También he de ser consecuente con esto y saber que muchas cosas que hacen las personas normales yo no puedo hacerlas. Yo no puedo comer como cualquier persona, yo no puedo ver mucha comida junta, no puedo maltratar mis emociones como lo hace cualquiera en la vida, por que el dolor a mi me lleva a destruirme con la comida.


Necesitare oa mientras viva. Sigo viniendo. Sigo con ganas e ilusión de vivir en recuperación. No hay curación final, y luego te vas. Hay vivir en recuperación. Y para eso he de trabajármelo a diario. Agradecimientos diarios, escribir a diario. Y usar las ocho herramientas por que las necesito todas, por que la enfermedad no me va a dar tregua ni cuartel y necesito toda las defensas y apoyos que pueda contra ella. Tengo fe y esperanza, puedo vivir hoy con esto, y no tirar mas días a la basura.


No puedo olvidar que la comida me destruye, si lo olvido estoy perdido. NO puedo caer en comer lo mismo que los comedores normales, por que esa clase de comida para mi es veneno. Es el objeto de mi adicción. Yo soy adicto a la comida. He de ser consecuente con lo que me pasa. Lo admito, y vivo con ello. Y no es ningún drama. Lo que me pasa a mi, le pasa a muchas otras personas que viven en recuperación. Yo también puedo vivir así, solo he de quererlo.


Este mismo principio se aplica a nuestras vidas incontrolables. Mientras nos mantengamos creyendo saber que es mejor para nosotros, permaneceremos aferrados a nuestras actitudes habituales de pensamiento y acción. A pesar de que estas formas de pensar y de actuar fueron las que nos condujeron a la situación dañina e infeliz en la que nos encontrábamos cuando llegamos a CCA. En el Primer Paso reconocemos la verdad acerca de nosotros mismos.


            Hoy he sido realmente consciente de esto. Mi anterior forma de vida no me vale. Cuando tuve un poco de recuperación me confíe y volví a vivir como antes, y eso me hizo daño. Quiero afianzar mi abstinencia y para ello voy a cambiar mi manera de vivir, con la ayuda de dios, mi fe en el y un inminente despertar espiritual.


 Nuestros sistemas para manejarnos no han tenido éxito, y necesitamos descubrir un nuevo enfoque de la vida. Habiendo reconocido esta verdad seremos libres para cambiar y aprender.


         Mi anterior manera de vivir no me vale. Me llevo a la autodestrucción en una espiral de comida y depresión. Voy a construir una nueva manera de vivir. Voy a dejar de mitigar el dolor de la vida con el sedante de la comida. Elijo conscientemente vivir una vida con la ayuda de dios que no me produzca dolor. Para ello voy a dejar toda clase de actitudes, comportamientos, hábitos y personas que me produzcan dolor. Por que el dolor a mi me lleva a comer. Elijo vivir sin comida, elijo vivir una vida mejor, en la que la fe y la esperanza de vivir en recuperación sea el norte de mi existencia hoy.


            El patrón consumista de “ten mas dinero, ten el mejor trabajo, ten el mejor coche, y ten a la chica mas guapa, y pisa al de al lado para lograrlo” mezclado con los patrones enfermos de conducta que aprendí de una familia rota, a mi no me han servido, por que me han llevado en conjunto con otros factores a la enfermedad de la compulsión por la comida. Necesito una nueva manera de vivir que no me haga daño, en la que no termine destruyéndome a mi mismo.


Hoy se en lo mas profundo de mi que no puedo vivir como viven las personas normales dependiendo solo de si mismos. No solo es que necesite una nueva manera de comer, necesito una nueva manera de vivir. Mi libre albedrío esta infectado por la enfermedad y siempre tiendo a caer en conductas destructivas hacia mi, con la comida y en otras decisiones.


 Soy impotente ante la comida, soy impotente ante mi vida, y no puedo controlarla. Dios, la fe, mi espiritualidad, son la guía que he de aceptar en cada segundo de mi vida, en ese preciso instante como norte para vivir. Por que admito que yo no sabia vivir y me estaba destruyendo a mi mismo y de seguir viviendo como lo hacia podría haber acabado muerto o algo peor, perdido en la locura y la desesperación.


Hoy admito que este programa de recuperación de 12 pasos es lo que necesito y deseo en mi vida. Que estoy enfermo, que solo no puedo, que dios si puede por que el es grande y yo creo en el. Que mi dios esta siempre hay para mi y que a veces soy yo el que no le escucho.


La comida me ha golpeado duro. Cada vez que me he confiado ella ha ganado. Me ha hecho tragarme mi orgullo e hincarme de rodillas.  He visto que la enfermedad es progresiva en mi, por que aunque en el ultimo atracón que me di, fue menos cantidad de comida que otras veces, mi estado emocional fue mucho peor. Si yo no estoy abstinente no puedo vivir por que la cabeza se me va. Si trato de controlar mi vida o a otras personas, al no poder, mi frustración será tal que no podré soportar el dolor y querré comer. Quiero hacer planes como una persona normal y no puedo, hay cosas que no puedo hacer. No puedo vivir como antes. Por que eso me llevo a estar muy mal, con depresión y atracones. Yo necesito mucha paz y tranquilidad, necesito el programa, me trago mi orgullo, agacho la cabeza antes dios y mis compañeros de oa, y admito que necesito ayuda, que solo no puedo.


La comida y la báscula tienen poder sobre mi. Ciertos tipos de comida provocan en mi que no pueda parar de comerlos, o que a corto o medio plazo caiga en el atracón.

Que me engañe para comerlos. Que me obsesione en extremo con ese alimento y el comerlo. Con lo que ese alimento tiene poder sobre mi.


La báscula es mucho más peligrosa por que tiene efecto inmediato y aplastador. Mi obsesión por el peso ha llegado a ser tal que si peso de menos me asusto por miedo a la anorexia, quiero comer más y eso me lleva a sentirme muy lleno y a atracarme. Y si peso de mas me lleva a restringirme, lo que me hace pasar hambre, lo que tras mucha hambre, no puedo aguantar y acabo atracándome.


Ahora se que tengo que prepararme con antelación para pesarme hablando de ello con mi padrino, y que tengo que pesarme en ciertas circunstancias, que tiene que ser una vez al mes y en farmacia. La báscula es para mi otro alimento compulsivo mas.


La formula para dejar de comer compulsivamente para mí es la siguiente:


Plan de comidas + control de mis emociones = abstinencia (dejar de comer compulsivamente)


Plan de comidas:


Soy comedor compulsivo y como tal estoy alterado a extremos. Solo se comer o dándome atracones o restringiéndome la comida, de una manera muy sana vegetariana. Me cuesta comer hidratos de carbono. Por fin he logrado comer tres veces al día, llevarme un taper al trabajo, hacer un plan de comidas la noche antes, y si como más o de lo que pone ahí apuntarlo y ser honrado conmigo mismo. Creo que apunto de menos siempre por que mi tendencia es a restringirme. Pero ya he logrado comer tres veces al día, y que una de estas comidas no sea solo fruta, sino algo consistente de verdad.


El hacer un plan de comidas para mi ha sido una manera de rendirme ante la comida y la enfermedad, el verme tan mal me ha hecho ver que necesitaba hacerlo que no estaba trabajando el programa correctamente y que necesito esto como el que más.


Control de mis emociones:


No puedo controlar mi vida por que soy incapaz de dominar a otras personas. Me van a pasar cosas buenas y malas y tengo que admitirlo. Las personas harán cada uno lo que quieran, y yo no podré hacer que nadie haga lo que yo quiera. No puedo hacer que mi madre cambie su manera de hacer la compra o su manera de comer, no puedo obligar a que una chica que me gusta se enamore de mi, no puedo hacer que alguien se de cuenta de que tiene un problema. Estas son cosas internas suyas, y yo no tengo que meterme, ni puedo controlar la vida de nadie ni sus acciones en mi beneficio. Tengo que aceptar las cosas y las acciones de las personas como son. Así no me sentiré frustrado ni dolido por que las cosas no son como yo quiero, que son mucho mas dolorosas. Ya no espero nada de la vida ni de nadie, todo lo que viene me viene como un regalo. Lo bueno y lo malo. Por que las cosas malas, las soluciono, las afronto, no me las guardo, y las convierto en una oportunidad para crecer como personas ante una adversidad.


Como se que el mecanismo de mi adicción funciona haciéndome a huir a la comida cada vez que me duele la vida sobre manera y que mis emociones me sobrepasan, trabajo a la preventiva para no tener emociones fuertes. Ni malas ni buenas. Necesito mucha paz y tranquilidad. Necesito construir a mi alrededor un ambiente emocional sano, sin relaciones destructivas.


Se que la vida me va a dar embites. Pero puedo tratar de minimizarlos, tratar de que haya malos sentimientos en mi vida. Invertir el flujo de negatividad del mundo hacia mi, y convertirlo en un flujo de positividad de mi hacia el mundo. Sin controlar mi vida ni las cosas que me pasan, ni a otras personas, yo solo puedo controlarme a mi mismo, con la ayuda de dios, la oración y la meditación, las herramientas, oa y los compañeros, para conseguir ese estado mental de serenidad, paz y alegría que es la abstinencia.


¿Que sucedería si dejo de controlar y acepto mi impotencia respecto a la comida? ¿Que haría diferente?


Que me llegaría el don de la abstinencia, y mi vida cambia a ser mucho mas feliz, consciente de mi mismo, mis limitaciones, y mi enfermedad.


Para mi admitir es permitir y sufrir. Admito mi enfermedad  pero no lucho contra ella, se que algo me paso pero no hago nada por salir de la depresión y los atracones. Estar a mercede la comida. Le dejo a ella que haga lo que quiera conmigo. La comida es mi dios.


 Al aceptar que soy comedor compulsivo asumo resignadamente mi enfermedad, se que va a estar siempre hay, pero que puedo vivir con ella. Soy consciente de la situación de mis tres niveles, físico, emocional, y espiritual. Y intento buscar ayuda en otros como yo, en dios, en mi yo interior, para salir de una situación que me esta destruyendo.


Comer compulsivamente me afecta de manera que todo a mi alrededor se derrumba. No se lo que hago, no veo lo que estoy haciendo, no tengo el mas mínimo control de mi mismo y todo es comer, dolor y malas emociones concentradas en ese atracón.


Antes comer compulsivamente me destruía por mi baja autoestima, por que odiaba mi cuerpo y por que bueno logre estar mucho mejor con mi físico, y el atracarme era como destruir todo lo que había logrado. Basaba mi bienestar en gustarme, y cuando comía me daba miedo subir peso y pensaba que me estaba suicidando.


Ahora cuando como de manera destructiva me pierdo todo mi yo. Dejo de existir y solo existe la comida y el dolor. No puedo pensar. Me siento pequeño y con miedo, impotente ante mi autodestrucción.


Mi vida esta partida en dos por mi adicción a la comida y mi carácter compulsivo. No puedo hacer muchas cosas que antes si podía por que no me importaba el daño que me hacían. No puedo ver mucha comida. Los dos ejes que hasta hoy han conducido mi vida han sido la comida y las mujeres.


No hay recuperación ni curación definitiva. Algo en mi cabeza esta roto y va a seguir así. Es superior a mí y por lo tanto necesito mucha ayuda, una fuente de ayuda superior a mi también. La enfermedad de la compulsión por la comida es degenerativa crónica e incurable. Pero puedo detenerla, contenerla, vivir con ella, teniendo ciertas precauciones. Y sabiendo que necesitare ir a las reuniones siempre. Por que soy adicto a la comida, el comer es mi droga. Y necesito drogarme tres veces al día para poder vivir, y mientras tenga que comer, estará el peligro de que vuelva la enfermedad. Y la bestia encerrada durante un tiempo vuelve con mucha mas fuerza. La enfermedad es degenerativa, estaré o mejor o peor. No quiero pienso en el futuro, quiero pensar en el hoy, por que mañana no se como voy a estar. Tengo fe en que estaré bien y que dios cuidara de mi.


Para mi vivir sin compulsión, es vivir abstinente y en recuperación. NO tener miedo de la comida, ni de mis emociones, y ser libre y vivir de manera que no hay dolor, ni sufrimiento, ni conflicto en mi vida.


Hay comidas que me provocan tirón. Esa sensación en la boca del estomago de querer comerlas ya. Comidas que solo verlas o imaginármelas las quisiera comer ya hasta hartarme sin parar. No tengo concepto de hambre o no hambre. Comer estas cosas es cuestión de pura y llana adicción, del placer que causan en mi justo después de ingerirlas. Y a veces me engaño, pienso que ¿seré yo de los que puedo controlar x alimento?


Además se que ciertas comidas, o tipos de alimentos, están modificados para que sean adictivos, por que el negocio de las grandes compañías alimentarías es que se coma y mucho. Por que es comida barata, rápida y fácil. El azúcar corre por las venas e induce a un estado de saciedad, bienestar y placer que es adictivo. Sobre todo cuando el resto de tu vida es dolor concentrado.


Sobre las comidas alcohólicas, ver mas arriba el listado de alimentos compulsivos. Pero he de decir que también tengo personas cuyo trato hacia mi me provoca compulsión, y lugares compulsivos. Y hábitos y formatos. Maneras de comer, y formatos en los que vienen presentadas los alimentos.


Comer de pie, y rápido.

Comer en estados emocionales alterados.

Revisar armarios

Coger comida que no es mía.

Comer de madrugada o después de haber llegado a casa de madrugada, después de una noche de insomnio.

Saltarme comidas.

Aceptar comida que me ofrezcan que no esta en mi plan de comidas.


Voy a hacer lo que sea por mantener mi abstinencia. Ningún sacrificio es poco para estar abstinente. Oa y el compromiso por estar abstinente es una prioridad en mi vida. Dejare de comer lo que sea, haré lo que sea, me reharé a mi mismo de la nada. Lo que sea para no volver al infierno de la comida. Ya se lo que hay allí, y no quiero volver. Voy a vivir de una nueva forma que no me haga daño.


He estado en recaída mucho tiempo y yendo a reuniones. Pero no lo trabajaba bien, solo iba. No era mi momento. Necesite mucho tiempo, y renunciar a las partes de mi que me causaban dolor que me llevaba a comer.


Me pierdo a mi mismo como persona. La comida me anula totalmente. No puedo pensar cuando estoy comiendo compulsivamente.


La comida nunca me ayuda. Solo agrava el problema. Hace que no pueda manejar las situaciones, y los problemas. He usado la comida como anestesia o sedante para no ver los problemas. Pero no los ha solucionado. Ante un problema o situación lo mejor que puedo hacer es solucionarlo, en vez de comer.


A dieta me obsesiono con mi peso y con mi aspecto físico. Me peso varias veces al día. Me mato de hambre, me salto comidas, y el hambre es mi amiga.


Esto cambia trabajando el programa de oa. Pienso en estar emocionalmente, en paz y serenidad, por encima del culto al cuerpo.


La diferencia es que estando a dieta estoy solo, en conexión con la enfermedad hablándome directamente. En Oa estoy en contacto con otras personas que me comprenden, que saben lo que he sufrido, y en comunión con mi poder superior.

 </div>