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lunes, julio 25, 2011

Dieta, plan de comidas y 12 pasos.

Yo hace muchísimo que no estoy a dieta. Creo que desde la adolescencia que me obligaron nunca he vuelto a hacer dieta. Sin embargo si entre en una restricción muy dañina y peligrosa. Durante mucho tiempo estuve comiendo una vez al día, siento totalmente vegetariano. El hambre hizo que con el tiempo, de vez en cuando empezaran los atracones puntuales. La restricción extrema me llevo a comer en exceso compulsivamente. La dieta es contraproducente para mi como comedor compulviso.

Un plan de comidas apoyado en el trabajo del programa de 12 pasos es distinto. Muy distinto. No me centro en la comida, y si en el trabajo de mis emociones. Lo que como lo decido yo, no me lo impone nadie. No tengo que seguir tablas ni pesar comida si no quiero. Mi alimentación la decido yo con mi propia conciencia, y la comparto con mis compañeras de programa. No me culpabilizo a mi mismo por lo que como, ni otras personas lo hacen. Ni obligaciones ni culpabilidad. Libertad de la obsesión por la comida. Escribir lo que voy a comer y olvidarme hasta que llega la hora de la comida.

El programa de 12 pasos es mucho mas que una dieta. Trabaja en mi yo emocional y en mi crecimiento espiritual. Me hace buscar en mi interior lo que me va a dar la capacidad de decir que no a los alimentos compulsivos. En una dieta no hay nada para esto. La gente se la salta, y luego el profesional (endocrino o lo que sea) te responsabiliza, te culpa de ello hasta que te sientes fatal.

viernes, julio 22, 2011

El falso placer de la comida infinita

La comida solo trae mas comida. A veces rápida, a veces lentamente. La comida no trae nada bueno, solo empeora las cosas.

Estoy a solas con mi gula. Ya no hay sitio donde esconderse ni donde huir. No le puedo echar la culpa a una situación u a otra persona, por que todo va bien en mi vida. Me enfrento a mi propia búsqueda autocomplaciente de placer en la comida que es un espejismo falso de una trampa oscura y peligrosa. La comida solo trae dolor, y sufrimiento.

La comida tiene en mí un efecto como de borrachera mental. De sentirme mal conmigo mismo siempre. Lo único, la gran mentira de la enfermedad, es el momento de placer del sabor del primer bocado compulsivo. Pero eso se va rápido, y no merece la pena destruirme por un solo momento. Por que cuando se pasa, mi yo enfermo lo quiere repetir una y otra vez, y eso me lleva a destruirme poco a poco en el proceso.

Durante mucho tiempo use ese momento de placer para compensar el dolor real o ficticio de mi vida. Pero ahora que siento que mi vida esta en su sitio y en paz, gracias al programa, no hay motivo por el que comer. Es solo por pura gula, por que no soy capaz de parar, y por que las heridas mas profundas del pasado están aun ahí debajo esperando a sanar.

Pero renunciar a comer compulsivamente es mucho mejor que cualquier cosa que la comida pueda darme. La recuperación, la reconstrucción de mi mismo poco a poco, me hace sentir mucho mejor que cualquier cosa que la comida me pueda dar.

domingo, julio 17, 2011

Alimentos dudosos y abstinencia

El problema es que muchas veces no es fácil diferenciar cuales son alimentos compulsivos y cuales no. Hablamos de alimentos compulsivos y alimentos seguros, y también de alimentos dudosos. Detrás de los alimentos dudosos esta el no querer reconocer que un alimento es compulsivo. La compulsión es astuta desconcertante y poderosa, nunca sabes cuando si y cuando no un alimento es peligroso. Por que además no solo depende del alimento, si no de cómo me encuentre. Hay veces que he comido un alimento y no ha desembocado en un atracón, y otras veces lo he comido y si ha llevado a eso. La diferencia creo que esta en las otras dos facetas: la emocional y espiritual. Así que con la comida se que tengo que tener mucha prudencia, observarme a mi mismo, y rendir cuentas de todo lo que como compartiéndolo con compañeras del programa siendo esta la manera de entregar mi comida a un poder superior a mi.

Seguir trabajando el programa a pesar de lo que pase, a pesar de lo que haya o no haya comido, es lo único que me mantiene cuerdo. A veces si he comido no digo, ya para que voy a escribir, si no que lo hago. Se que las reuniones, el programa, y el trabajo de los pasos es lo que me da la fortaleza y la motivación para alejarme de la comida y decir que no.

Renunciar a la gula y a mis alimentos compulsivos es el propósito de cada día, un día a la vez. No paro de rezar y pedir continuamente a dios que me de una abstinencia sólida y duradera.

miércoles, julio 13, 2011

Mis conductas compulsivas con la comida

Lo que mas problemas me da ahora es llevar dinero encima. Simplemente llevar dinero en el bolsillo o llevar la tarjeta de crédito, ya me pone compulsivo. A veces la compulsión me da en casa con solo ver el dinero, sabiendo que eso abre la posibilidad de comprar comida fuera de casa horas después.

Salir del trabajo también es un momento problemático. Cambio de ambiente, vuelta a la libertad, a poder hacer lo que quiera y se mete mi enfermo libre albedrío siempre tendente hacia la compulsión. Al final de la jornada de trabajo es cuando mas cansancio emocional y físico se me acumula. Y todo esto mi yo enfermo lo quiere tapar con comida.

También se ha convertido en una costumbre el comer fuera de casa los sábados, y como lo hago solo, la enfermedad sale a la luz. Últimamente he comprobado algo que ya sabia, los restaurantes de buffet libre son muy peligrosos para mi.

Los supermercados y gasolineras son también lugares donde se da rienda suelta mi compulsión.

En general el momento clave es la soledad, si encima le añado el dinero, es para que se me enciendan todas las alarmas. Pero no solo es sentirme solo, si no mas bien quedarme solo físicamente y así no tener que moderarme por que hay otras personas delante.

Aunque el que haya mas gente tampoco me salva. Tengo que cuidarme también de eventos, y de comer en grupo fuera de casa, por que puedo darme excusas y querer ser como los demás para terminar comiendo lo que no debo. Ver comer a otras personas despreocupadamente mis alimentos compulsivos también me hace bajar la guardia con la comida.

El trabajo es un lugar delicado también, porque los compañeros comen como personas normales, que una o dos horas antes de la hora de comer les da hambre y pican algo. Algo que para mi puede ser la perdición, sobre todo por que por cortesía suelen ofrecer. Mi abstinencia es tan delicada ahora mismo que esas situaciones me resultan muy cuesta arriba.

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miércoles, julio 06, 2011

Mi idea de la recuperación de la compulsión por la comida

Libertad de la obsesión por la comida. Dejar de preocuparme por que como a todas horas. Poder ir donde quisiera sin miedo sin tener que estar pendiente de horarios, de que se va a comer, si lo que habrá para comer sera bueno para mi o no. Se acabaría la guerra conmigo mismo y con mi cuerpo. La frustración de las tallas y que no me valga mi ropa. Se acabaría la frustración de pensar una cosa y hacer otra. Yo he sentido la recuperación y era para mi un estado de plenitud y alegría, de positivismo, de fe y de despertar espiritual, donde mi vida era mejor, mas plena. Ahora eso no lo siento, y lo hecho de menos, y no hago mas que rezar para que dios me lleve de nuevo allí. Aunque se que parte es mi, me cuesta mucho poner de mi lado. Y eso que poquito a poco, con nada que hago me siento mejor, pero irónicamente noto una resistencia estúpida, como si no quisiera estar bien, que creo que no puede ser otra cosa que orgullo y pura expresión de la enfermedad.

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