Lo
primero que note fue la perdida de culpabilidad de comer. Como antiguo
anoréxico siempre me sentía culpable cuando comía un poco de mas..
Entonces
experimente un despertar espiritual y
eso dejo el placer de la comida a la altura de los zapatos. Adelgazar ya no era
lo importante. El bienestar, la paz y mi abstinencia eran lo mas importante. Así
que como adelgazar ya no era lo importante, y sabia que la delgadez no era la
clave de la felicidad, deje de obsesionarme con los kilos y mi cuerpo. Y así
pues deje de sentirme culpable por comer ciertas cosas, o por comer de mas, o
por no llevar un plan de comidas perfecto.
Eso
abrió la puerta a que tuviera cierta
flexibilidad. Ya si comía un poco, no tenia por que recaer. Lo escuche nombra como
“o te doblas o te rompes”. El plan de comidas dejo de ser una vara de medir,
estricta, rígida y pesada como una losa. La normalización de mi manera de comer
estaba en camino. La compulsión estaba bajando a niveles insospechados. Los
atracones parecían muy lejanos, y comía cosas que antes era incapaz de comer
sin darme un atracón.
Durante
un tiempo empecé a comer de todo. Ya no era capaz de llevar un plan de comida
restrictivo y cerrado. Adiós al control y la obsesión sobre mi comida. Como no
lo hacia bien según mis patrones anoréxicos de comer cantidades pequeñas y
siempre comida sana, una y otra vez, y además no recaía, deje de obsesionarme.
Deje de tenerle miedo a la comida. Fue
una liberación soltar mi peso, dejar de vivir a dieta, y comer simplemente lo
que dios me pusiera por delante, sin planificarlo con control, metodología y obsesión.
Hoy
me siento libre, normal, tranquilo. Si un día como una cosa, que antes no comía,
no pasa nada. Vivo cada comida en ese momento. Cada comida no es un motivo por
el que castigarme o medirme, o alejarme
de la felicidad de la delgadez. Por que he estado delgado y no era ni la mitad
de feliz que ahora según los cánones de felicidad de las personas normales
(pareja, familia, trabajo, aficiones, etc).
He
empezado a vender o regalar ropa que no me vale, y comprarme la que si me vale,
y no ha sido ningún trauma. Una aceptación de mi yo actual. Y no pasa nada.
Ahora
mi plan de comidas, es comer de todo, pero sin darme atracones. Puede parecer
un plan de comidas de mínimos. Pero es un plan de comidas pensado para no
fustigarme. Para no preocuparme de si adelgazo o no. Es un plan de comidas
pensado para soltar el control sobre mi comida y dejárselo a dios. Es mas, yo
no he escogido este plan de comidas, ha salido así. Yo no lo esperaba.
A
veces he escuchado de compañeras que tras mucho tiempo de programa han logrado
comer otra vez de todo. Yo no me cuestiono ni me justifico pensando si soy uno
de esos casos o no. Solo trato de vivir la comida que me toca de la manera mas
cómoda, inofensiva, pacifica y serena para mi.
¿De
que me servía antes comer de dieta hasta lo enfermizo y angustiarme y recaer
después? ¿De que me servía antes comer x alimento compulsivo y luego recaer?
Por supuesto que tengo alimentos compulsivos, y situaciones compulsivas. Pero a
día de hoy, solo por hoy, gracias a dios, el atracón no forma parte de mi vida,
hace ya tiempo. Y la obsesión por la delgadez ha desaparecido. Por supuesto que
me gustaría perder peso, pero no esta en mi mano. Adelgazare en el tiempo de
dios ,no en el mío, por que el controla todos esos pequeños detalles de mi
rutina: el estress del trabajo, el hacer mas o menos ejercicio, el salir mas o
menos al campo, la comida que entra y sale de mi vida, que hacen que sin luchar
pierda o gane peso. He aprendido, con mucho trabajo, que mi peso no lo puedo
controlar, y que el peso no da la felicidad.
Creo
que el alimento compulsivo, que se que los tengo, ha perdido para mi el valor
de objeto prohibido que yo le di en su momento. Comerlos ya no me da placer, se
el daño que me hacen. A veces como algo, pero se que mas, no es bueno. Y que no
pasa nada por ese poco, y que hay se queda. Incluso los rechazo. El alimento
compulsivo ha bajado de su pedestal. La compulsión de origen emocional o espiritual
ha bajado muchísimo por que mi vida esta en orden. Y la compulsión física del
alimento en si, es muy débil. Es como si muchos alimentos compulsivos hubiesen
dejado de serme compulsivos. Algo que ya he vivido antes, pero no de una manera
tan radical.
Es como si hubiera dejado de ser el chico anoréxico
/ comedor compulsivo, y hubiese vuelto
atrás al ser el chico gordito que era antes. Nunca pensé que pudiera
experimentar una recuperación así. Pero claro mi recuperación no es mía, y no
la decido yo. Claro que me gustaría adelgazar, pero no es mi meta de felicidad,
ni mi prioridad. Creo que es mas cuestión de salud y de comodidad. Tampoco ya existe para mi el motivo de
adelgazar por lujuria, por que tengo pareja que me acepta como soy y eso me
ayuda a aceptarme a mi mismo. Además hago las actividades que quiero hacer, sin
cohibirme por no estar en forma. Salgo al campo, hago deporte, ando largas
caminatas.
Etiquetas: compulsion por la comida, recuperación de la compulsión por la comida