La experiencia espiritual en mi recuperación
Sin un crecimiento espiritual día a día yo no puedo con la
comida. Necesito la fortaleza interior que yo por mi mismo no tengo para decir
que no a todas las tentaciones que me asaltan a diario. Es un estado de no
mente, de serenidad, de no deseo, que me recuerda al de los santones hindúes,
los monjes budistas, o los ascetas griegos. Mi poder superior, además de los
grupos, es eso que yo no tengo por mi mismo, que me hace ser capaz de decir no
a las tentaciones, y que viene a mí a través del uso de las herramientas y del
trabajo del programa.
Puedo crecer diariamente tratando de renunciar a mis
defectos de carácter, en especial a aquellos que me llevan a comer
compulsivamente y ejercer mi adicción.
Puedo crecer tratando de buscar mi paz interior estando en
paz con las personas que me rodean, y aceptando las cosas que suceden en mi
vida tal y como son.
Igualmente, trato de vivir mis emociones sin huir de ellas
o tratar de esconderlas. Trato de cuidar de mí y de no hacerme daño, de
rodearme de personas constructivas para mi y que me aporten. Trato de vivir
experiencias edificantes para mí. Trato de estar vivo y en el mundo, igual a
todos, sin creerme mejor o peor que los demás.
En definitiva creo que mi recuperación exige de mí ser
mejor persona en cada aspecto de mi vida. Esto lo veo en el lema o frase del
programa “salir del caos emocional e ir hacia una forma de vida mas completa”.
El camino de la recuperación es el camino de construir un mejor yo. Un yo
recuperado.
Etiquetas: poder superior, recuperación de la compulsión por la comida
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