Recuperación espiritual de la compulsion por la comida
Estoy
avanzando en aceptar los comentarios de personas sobre mi físico. Me ha pasado
ya en dos ocasiones de ver a gente que no veía hace mucho tiempo, y me han
comentado como estoy. Y me ha dado igual. Cuando antes, irónicamente, cualquier
comentario sobre mi físico me subía al cielo o el infierno. En ese aspecto me
siento liberado.
Pero
por supuesto tengo que estar con la guardia alta. No me puedo fiar de mi. Por
que se como es la enfermedad, lo astuta que es, y las mentiras que puede meter
en mi cabeza. Así que por eso sigo escribiendo, usando las herramientas todo lo
que puedo, yendo a reuniones, para mantenerme en observación, por que por
supuesto, no pienso que este curado. Yo no soy quien para decidir eso sobre
mi. Me preocupo de vivir solo ahora, sin
evaluarme.
La
compulsión no ha desaparecido, pero ahora me ataca por otro sitio. Ya no me
ataca por el alimento en si. Si no que lo que me tienta es el atracón. La
tentación ya no es un alimento. Si no desaparecer para ir a un supermercado y
comprar mucho. Lo extraño es que luego entro, y no lo hago. Es otro tipo de
tentación distinta a la de comer el alimento que tienes a la mano. Me resulta mas fácil de sobrepasar
por que puedo reaccionar con tiempo. Así
que estoy recuperando terreno a ese miedo que tenia a entrar a los
supermercados.
¿Puedo
llevar una vida espiritual compatible con comer ciertos alimentos que antes
para mi eran compulsivos? No lo se, ni me planteo mi vida por que vivo solo por
hoy. Pero si se que he experimentado un descenso del nivel de compulsión
importante. Ahora como cosas, que antes me hubieran llevado directamente al
atracón. Y sin embargo ahora las como, y no sucede eso. ¿Por qué? Pues por el trabajo del programa. Ya no es cuestión
del alimento en si, si no de que mi vida entera me llevaba a comer. Cosa que ya
no me pasa, por que mi vida ha mejorado mucho desde que estoy en el programa.
¿Cómo
afecta la gula a mi vida diaria y a mi
yo espiritual? Es una molestia mas que nada. Afecta a mi calidad de vida. Y a
la toma de decisiones. Pero he aprendido a preguntarme a mi mismo si tengo
hambre física o es gula lo que siento. Por que se que la gula es un defecto de
carácter y me destruye. La gula destruye mi recuperación física, que esta muy
deteriorada.
¿Cómo
puede un poder superior a mi, y mi fe en el, alejarme de la compulsión por la
comida? Yo lo veo claro y lo he experimentado. Liberándome de mi gula, ya que
yo solo no puedo con ella. Dándome fuerzas para hacer lo que yo solo no puedo,
como renunciar a tentaciones, y decir que no cuando me ofrecen comida.
La
comida y el peso no son cuestión de felicidad. Siento que para mi la fe es la
cuestión de mi felicidad. A raíz de un
despertar espiritual para mi es mas importantes estar conectado a mi dios,
vivir en paz, que la delgadez o el peso. Eso es solo ya una molestia, una incomodidad,
para nada una obsesión o el centro del universo como lo eran antes.
Si
me lo pregunto a mi mismo, que prefiero si el subidón de haber perdido 40 kg o
los momentos de despertar espiritual que tanta alegría me han dado, la
respuesta es clara: el despertar espiritual. Fue una experiencia mucho mas
intensa y enriquecedora. El desaparecer ese vacio interior que antes trataba
llenar con comida, el sentirme lleno, realizado, vivo y feliz, es algo que me
dio ese despertar espiritual y no la delgadez. Por que una vez adelgace, y
seguía teniendo el mismo caos emocional en mi vida. Fue el programa lo que se
llevo la tristeza y el vacío interior. Por eso creo que para mi la paz
espiritual es mas importante que la delgadez o la salud física. Es importante
si, pero no lo es todo. Y en mi día a día, es solo una molestia. Antes lo sufría como un dolor intenso que me
desgarraba, y pensaba que era el físico lo que me dolía, y realmente no era
eso. Era el vacío interior que sentía. Muchas personas como no saben salir de
ahí, piensan que si adelgazan la vida será mejor, de color de rosa. Yo lo
experimente, si mi vida mejoro, pero no era la panacea, ni la salvación. Seguía
teniendo los mismos problemas interiores, solo que estando delgado. Es donde
entro para mi el desarrollo interior, el crecimiento espiritual, que es lo que
me dio realmente la felicidad que buscaba.
Etiquetas: poder superior, recuperación de la compulsión por la comida
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