La paradoja de la enfermedad de la compulsión por la comida

Para que seguir haciendo lo mismo si me lleva siempre al mismo sitio. Hacer dieta es para mi peligroso como comedor compulsivo. Pensar como una persona normal, dejarme llevar por mis defectos de carácter también. Yo no puedo vivir como los demás, por que eso me lleva a recaer en la comida y comer compulsivamente. Yo tengo que vivir de una manera distinta, que me de paz y serenidad. Tengo que cuidar de mí, de mi alimentación, de mis horarios, de mis emociones y de mi vida espiritual. Por ejemplo: Yo llego y me voy a mi hora del trabajo. Mis compañeros están allí eternizados. Yo no me puedo permitir ese detalle. Es un límite que le pongo a la empresa. Demasiado stress a mi me hace daño. Si yo no puedo con la enfermedad, alguien podrá, vamos a buscarlo juntos. Cree en que puedes encontrar el camino para salir de la enfermedad aceptando la ayuda que te ofrecen, o vuelve a vivir en el infierno de la comida compulsiva, caminando lentamente por un valle de lágrimas hasta un triste final. Esa es la elección que tuve que hacer cuando llegue a Oa. A nivel consciente es muy fácil, pero a nivel inconsciente, manda la enfermedad. Muchas veces quiero recuperarme pero mi mente no me deja. Es como estar en lucha conmigo mismo. Es la misma lucha de comer algo que en el fondo no quieres comer y que te sienta fatal. Esa es la paradoja de la enfermedad.