Cuarto paso respondiendo las preguntas del libro de 12 y 12 de oa terminado y completo
Cuarto paso
por las preguntas del libro de OA.
¿Tenemos ansia de poder?
Más que poder, autoestima. Nunca he considerado el
mando como algo apetecible, pero si he deseado levantarme la autoestima,
pisoteada durante tantos años a base no de controlar o de mandar, o avasallar,
si no de mejorarme a mi mismo y demostrar lo que valgo con mis acciones. Yo diría
que no se trata de orgullo o soberbia, si no de un punto de autoestima. Tratar
de ser yo mejor para estar mejor conmigo mismo, sin tener que pisotear a otro
en el proceso. Creo que es así como el ansia de poder se traduce de orgullo en
autoestima.
¿Disfrutamos
gobernando a los demás?
Nunca me lo he planteado. Creo que no especialmente.
La mía no era una codependencia controladora sino más bien pasiva. Una vez fui
jefe en una empresa y la verdad es que lo pase mal cuando hubo conflictos con
los trabajadores y la empresa. No me gusta mandar ni llevar la razón
especialmente. Solo me gusta llevarme bien con la gente. Si trataba de gobernar
a otros, que no digo que no, lo hacía inconscientemente.
¿Por que
medios hemos tratado de controlar a nuestros cónyuges, padres, hermanos, o
hermanas, hijos, amigos, empleados, compañeros, profesores y otros?
Mediante el chantaje emocional, amenazando,
gritando, con la violencia física. Durante el inicio de mi juventud estuve
bastante descontrolado y aunque era mas o menos normal, si que tenia momentos
de extremos en los que sacaba a relucir un fuerte carácter agresivo hacia los
demás.
¿Manipulamos
a la gente? ¿La intimidamos?
Yo era más intimidador verbal que manipulador
indirecto. Aunque creo que mezclaba las dos cosas y trataba de manipular a las
personas mediante la intimidación. Aunque solo lo hacia cuando me veía muy
acorralado o desesperado.
¿Hemos sido
celosamente posesivos de un compañero o amigo?
Cuando crecí me di cuenta que de niño no parecía que
tuviera amigos, parecía que tenia novios. Más que nada por que me obsesionaba.
Hay veo como era mi codependencia de terrible. Además pasaba del te quiero al
te odio y no te hablo muy rápidamente. Por supuesto tuve que aprender a base de
palos que el que yo pensaba que era mi amigo del alma no opinaba lo mismo sobre
mí.
Creo que mi comportamiento fue así por que de niño
me costaba mucho encontrar amigos, conservar los que tenía o tener un trato
normal. Además con el acoso que viví, y el miedo terrible que pase a salir a la
calle, corte de raíz las amistades, Durante mucho tiempo no tuve amigos. Era o
todo o nada. Mentalidad típica de un comedor compulsivo.
Creo que no era muy celoso, pero si muy
codependiente.
¿Cómo
reaccionamos cuando no nos salimos con la nuestra?
Antes de entrar en oa era un niño pequeño de
pataletas. Creo que reaccionaba con violencia, tanto física como verbal.
Recuerdo explosiones mías de ira, de gritar, de insultar, de lanzar objetos
contra el suelo. No aceptaba las cosas, ni sabía que era la aceptación. Y luego
venia el dolor extremo y la desesperación cuando las cosas no eran como yo
deseaba y veía que la explosión no lo cambiaba, por mucho que yo quisiera.
¿Cómo
reaccionamos cuando la gente no esta de acuerdo con nosotros?
Creo que por la adolescencia tan dolorosa de abusos
que sufrí, aprendí a relacionarme de un modo extremo y enfermo basado en “estas
conmigo o estas contra mi”. O todo o nada. O te quiero o te odio. Y pasar de
uno a otro en un solo momento. Así que cuando alguien no pensaba como yo, lo
rechazaba. Y cuando me hacían daño, lo sacaba de mi vida, la extirpaba incluso
hasta varios niveles de personas relacionadas.
Hoy día gracias al programa he aprendido lo que es
la tolerancia, y la comprensión, y que no tengo por que llevarme bien ni
compartir las ideas de todas las personas para tener un trato amable con todo
el mundo.
¿Toleramos
las diferencias?
Creo que ahora soy mucho mas tolerante, por que he
aprendido que no puedo cambiar las opiniones de las personas, y que realmente
todos somos mucho mas cerrados de lo que realmente pensamos. España no es un
país abierto y cosmopolita, si no que percibo que esta de mentes cerradas y seres
muchas veces huraños, que se resisten a ver el mundo con otros ojos. Hoy día se
que yo tengo una capacidad mental especial para aceptar el cambio y adaptarme,
cosa que no tienen muchos otros. Así que he aprendido que puedo compartir unas
opiniones con alguien, pero otras no, y que no pasa nada. No puedo pedirle al
mundo que vaya tan rápido como yo, pero que no lo van a hacer.
¿Tratamos de
limar asperezas o provocamos tensiones?
Crecí en un ambiente lleno de conflictos y peleas,
tanto fuera como dentro de mi casa. Así que aunque no lo hiciera
conscientemente, creo que inconscientemente estaba habituado al conflicto. No
me cuidaba de solucionarlos ni de no provocarlos. Y también los provocaba
alguna vez conscientemente y otras sin querer. Recuerdo estar tan cansado de
que me presionaran de que me pisaran, que pensaba que en aquel ambiente o era
lobo o cordero, y así fue cuando empecé a luchar y a provocar yo las tensiones
también. Varias veces lo hice como método de defensa. Atacaba a los demás, por
que los demás me atacaban a mí.
¿Hemos
tratado de ser el centro de atención?
Continuamente. Era el payaso del grupo tratando de
hacer las gracias, para que se rieran y así ser el centro de la atención. Este
defecto de egocentrismo aun lo tengo muy activo, me doy cuenta de que trato
siempre de resaltar, de ser original, de llamar la atención. En definitiva de
levantarme la autoestima mediante el egocentrismo. A veces creo que simplemente
trato de ser mejor. Sin compararme con los demás. Pero me olvido de que soy así
y tengo que aceptarme, sin tratar de ser mejor o peor que nadie.
¿Hemos
adoptado aptitudes agresivas para llamar la atención?
Creo que si. Pero mas que para llamar la atención era
para defenderme. No buscaba llamar la atención, por que todo el ambiente que me
rodeaba era brutalmente agresivo conmigo, y yo me comportaba igual por
mimetismo social, por autodefensa quizás.
¿Nos da miedo
no ser considerados, respetados o amados?
Si. Recuerdo que uno de mis mayores miedos durante
la adolescencia era quedarme solterón hasta los cuarenta. Más que nada por que
tenia la visión de mi tío, que estaba así, y yo le veía muy loco y muy
obsesionado, y yo no quería ser así… La soledad era lo que mas me aterraba.
Cuando todos mis amigos ligaban y yo no, me sentía inferior, apestado, indigno,
poco valido.
¿Nos da miedo
no conseguir lo que nos corresponde o tememos que no nos van a querer escuchar?
Mas que miedo, yo diría que ira o intolerancia,
sobre todo cuando no hay justificación. Noto como los defectos de carácter de
otro reaccionan con los míos. El odio que se puedan tener dos personas y que a
mi me pilla en medio, es un tema que siempre me ha dado problemas. Por que no
escuchan. Por que debo trabajar con ellos, se pelean por mi trabajo. Lo que me
ayuda en esta situación, es no hablan con las personas que son como una pared
ciegas por sus defectos de carácter, y tirar hacia delante. Y tratar de
solucionar los problemas yo, por que cuando noto que una persona esta tan
embargada por sus defectos de carácter, se que no va a colaborar, ni a cambiar,
y lo único que me va a dar son mas defectos de carácter.
Hoy día hay personas que me deben dinero, por
ejemplo y mas que miedo me da autocompasión el saberlo. Yo no puedo
controlarlo. También orgullo por que me hacen seguir trabajando a coste cero
para ellos, por que no se si cobrare o no lo que me deben.
¿Nos ponemos
los primeros en la cola a base de empujones?
Esto lo noto cuando estoy en una conversación.
Siempre quiero meter baza y dar mi opinión. Lograr que se hable de mi tema. A
veces solo saco mi tema continuamente. Ahí noto mi carácter obsesivo
compulsivo, marcado como egocentrismo (quiero ser el centro), orgullo (quiero
que se hable de mi y de lo mío, por que necesito subirme el orgullo),
autoestima (por que estoy tan hecho polvo que no acepto ser quien soy y
necesito que me doren la píldora).
Mi autoestima es tan baja (autocompasión) que
necesito llamar la atención y ser el centro (orgullo, egocentrismo). Ahí veo
como mis defectos de carácter reaccionan.
Siempre quiero ser distinto, original, comprarme lo más
caro y lujoso, para llamar la atención y mimarme. Por que claro me hicieron
tanto daño, me marginaron tanto, que pienso que la vida me lo debe, y me lo
merezco. No se si es una forma de repararme a mi mismo, o hay avaricia,
orgullo, egocentrismo, celos y autocompasión detrás de todo esto
¿Cómo nos ha
llevado a comportarnos el egocentrismo y el orgullo?
Ignorando a los demás, o el daño que podía hacerles.
No pidiendo perdón y pensando solo en mí. Eso es ignorarles, no preocuparme por
lo que sentían o por como se encontraban. Hice daño y no pensé en las
consecuencias o en lo que hacia. Me sentía agredido, criticado y respondía
igualmente, agrediendo emocionalmente y criticando.
¿Es la
búsqueda de una posición social una obsesión para nosotros?
Pues si y no. Ahora ya me da igual, pero en su
momento, cuando era un niño o un adolescente, creía de una manera infantil que
de mayor seria rico. Por que si, sin hacer nada por ello. Era de la nada al
todo, y ya dado por hecho. Tenia las ideas muy equivocadas.
Hoy día el dinero es una preocupación para mí, pero
ya no por el hecho de ser más o menos rico, si no por poder vivir desahogado.
Continuamente le estoy dando vueltas en la cabeza a ideas sobre como ganar más
dinero, a trabajo extras, a negocios.
En el fondo creo que estoy cansado de trabajar para
otros, por la cantidad de situaciones dolorosas e incomodas que eso me traiga.
Me gustaría trabajar para mí para no tener que aguantar los defectos de
carácter de nadie.
La búsqueda de una posición social también ha sido
un objetivo, pero no una obsesión, cuando he querido darme a valer como persona
entre mis iguales, organizando actividades, asistiendo a eventos. Ahí si he
visto en mi cierta competitividad. Como manera de levantar mi orgullo y luchar
por recuperar mi autoestima.
¿Cuánto
dinero, tiempo, y energía hemos empleado tratando de impresionar a los demás o
en aparentar que éramos mejores?
Dinero: mucho. Tiempo, no sabría decirlo. Energía,
toda la que he podido invertir hasta agotarme o cansarme y dejarlo. Ahora me
doy cuenta como el levantarme el ego tratando de ser mejor que los demás para
mi ha sido un continuo ruido de fondo. No una obsesión dominante pero si un
trabajo constante. Lo que si veo de bueno en mi, es que no he tratado de pisar
al de al lado tratando de ser mejor que el, sino que me he centrado en mi
tratando de mejorar continuamente, en vez de aceptar quien soy.
¿Somos
presumidos?
Ni si ni no. O sea, si pero no a la vez. O si pero a
mi manera. De una forma sencilla, sin grandes artificios, y sin gastarme mucho
dinero. Me cuido pero no soy vanidoso. Aunque con la ganancia de peso con la
recaída no me cuido tanto como lo hacia cuando estaba en mi peso.
¿Prestamos más
atención a la gente importante que a la sencilla?
Nunca he sido así. Yo no mido las personas en virtud
de lo importantes que son o el dinero que tienen. A nivel consciente para mi es
mas importante la persona que me aporta algo, que comparte conmigo, que me hace
crecer. Personas de las que puedo aprender. Si me paro a pensar, en el pasado
son las personas que eran muy importantes, o muy ricas, las que mas puñaladas
me han dado, así que creo que este punto lo tengo bien aprendido.
¿Hemos
tratado de humillar a la gente o de ponernos en su lugar?
Yo creo que humillar no, por que recuerdo todo el
daño que me hicieron a mi. Pero sentirme superior si, y eso ya es una forma de
humillación en si, en tanto yo me creo mejor que otra persona. Sobre todo esto
me ha pasado con personas de fuera de programa con compulsión por la comida,
que no querían ver que necesitan ayuda.
A mi pareja también he tratado de humillarla pero no
en serio, resaltando sus defectos de carácter o sus defectos físicos, como
manera de manipularla, para ver si se ponía manos a la obra para solucionarlos.
Pero se que la humillación es mala técnica para eso, y que solo provoco su ira.
Afortunadamente no se lo digo en serio. Pero me gustaría ser capaz de pasar por
alto sus defectos igual que ella no tiene en cuenta los míos, que son mucho más
fuertes después de haber maltratado durante años mi cuerpo con la compulsión
por la comida.
Dios me ayude a dejar de manipular a otras personas
con la humillación.
¿Hemos
menospreciado repetidamente a alguien?
Si.
A mi pareja, por sus defectos físicos, que en el
fondo no son tanto, pero que mi orgullo, intolerancia, y lujuria aumentan como
si fueran tan grandes como un castillo.
Creo que humille a un amigo del que me reí de su
obesidad cuando yo estaba delgado.
Es alucinante como le doy mucha importancia al
físico, creo que por que a mi siempre me midieron por ese rasero. Y cuando me
he creído algo mejor me he reído de los que yo he pensado que estaban peor. Esa
superficialidad en mi me asusta, por que se que es orgullo, egocentrismo y
lujuria. Y también falta de honestidad.
¿Hemos jugado
alguna mala pasada a alguien alguna vez?
Si. A parte de los robos que he cometido, pensando
que estaban justificados al hacerlos por venganza, creo que algunas de veces he
tenido líos amorosos con personas que no debían, que luego han causado daño, a
ellas, o a terceras personas. Esta mal andar con las mujeres de amigos, aunque
ellos no estén juntos. Además también creo he mentido demasiado a veces, y que
he chantajeado emocionalmente, amenazando a quien no quería saber nada de mi
como pareja.
Creo que la lujuria me ha hecho polvo en estos
casos, y también la gula.
También he revelado secretos que no debían saberse,
cosas que me habían pedido que no salieran a la luz. Y también he sido perezoso
en el trabajo, por lo que me he sentido falto de honradez por ello.
¿Hemos
juzgado y criticado a otras personas por cosas de las que nosotros también
somos culpables?
Si, seguramente si. Pero me resulta difícil
acordarme de un caso concreto. Acusar a otros de ladrones cuando yo también he
robado. También le dije a un amigo que el escribía mal cuando yo también me
equivoco escribiendo. Hacer notar los defectos físicos de otra persona cuando
yo también los tengo. En esto veo mi orgullo y egocentrismo. Ahora me pregunto
quien soy yo para juzgar a nadie cuando yo tampoco soy perfecto.
¿Somos
hipócritas, incluso cuando denunciamos la hipocresía de los demás?
Si. Es increíble hasta que punto puede llegar la
falsedad del ser humano. Muchas veces he visto la hipocresía como un método de
supervivencia. Hoy se que la única manera es la sinceridad extrema. Ya me canse
de tener una cara para cada persona o círculo de personas que me conoce. Ahora
soy yo siempre, y me he liberado de todo el esfuerzo de andar mintiendo
continuamente.
¿Hemos
calumniado deliberadamente a alguien?
Si. Recuerdo una vez, debería tener 14 años, cuando vivía
en aquel ambiente tan agresivo emocionalmente para mi, donde había abusones,
que provoque un conflicto con una mentira para provocar una pelea. Me defendía
con las mismas armas que me atacaban a mi. Para no ser victima quería
convertirme en abusador. Y mentí diciendo que ese chico me había hecho algo
para atacarle. Ahora me siento mal por aquello y se que es una de las
reparaciones que tendré que hacer en el noveno paso aunque no tengo ni idea de
cómo voy a encontrarle.
¿Hablamos mal
de otras personas o escuchamos y disfrutamos cuando otras personas lo hacen?
Cuando me sorprendo haciendo esto, lo siguiente que
me pasa es que me pongo negativo, y viene detrás la recaída emocional y física.
A veces me sorprendo haciéndolo, sobre todo cuando otras personas me dan pie a
ello Pero en general no me gusta hablar mal de nadie, por que se que me hace
daño a mi mismo. A mi escuchar me cuesta, por que lo hago a regañadientes. Ahí
me sale el orgullo y el egocentrismo continuamente. Pero ya no me puedo creer
la mentira de que yo soy dios y lo se todo, y que soy el mejor, por que no es
así. Soy humano, cometo errores, y me equivoco. Otros también tienen derecho a
hablar, por que yo no lo se todo.
¿Somos
hipersensibles y nos ofendemos con facilidad cuando alguien nos dice algo?
Siempre pensé que esta hipersensibilidad mía es uno de los síntomas de mi enfermedad. Mi
madre decía que en mi familia nos lo tomábamos todo muy a pecho. A veces creo
que es por que al sentir todo amplificado, me duele mas y así tengo mas excusas
para comer compulsivamente. Ahora he aprendido a no escuchar mis pensamientos
locos, y a pedir perdón y reparar en el momento.
¿Tomamos todo
a broma tratando de aparentar que nada nos molesta?
Creo que cierto pasotismo e insensibilidad es
necesario para avanzar en mi recuperación. No puedo vivir sufriendo un
dramatismo por el que todo me afecte. Viviendo como si el mundo se fuera a acabar
como si solo existiera yo. Ahora trato de renunciar a la autocompasión y el
egocentrismo, que se que son muy malos. Muchas veces veo a otras personas
sufrir con tal intensidad que doy gracias por esto. Es el desprendimiento
emocional, no sufro por las cosas que me pasan, ni por lo que le pasa a otras
personas. Comparto su dolor, siento el mío, pero no sufro por ello. A veces es
más fácil decir esto que hacerlo.
¿Somos
egoístas y permitimos que nuestros
deseos nos dominen mientras ignoramos las necesidades del prójimo?
Si. Soy más insensible al sufrimiento de otros desde
que estoy en el programa. Pero también soy más solidario y generoso. Ya no dejo
que el dolor, y el sufrimiento de otros se haga mío y me haga sufrir a mi
también. Sobre todo cuando me he dado cuenta que hay personas que sufren por
sistema, que el sufrir esta en su manera de ser, y que pase lo que les pase
sufren. Todos tenemos problemas, pero yo con el programa he aprendido a no
sufrir con ellos. Me duelen, pero escojo no sufrir. Trato de ser solidario en
la medida que puedo, pero con un límite. No puedo hacer mío el sufrimiento de
otros. Ese es el límite. Creo que es lo que llaman el “desprendimiento
emocional”.
¿Hemos
gastado dinero que nuestra familia necesitaba en la práctica de nuestra
enfermedad o en la gratificación de otros deseos?
Inicialmente digo que no, pero la autocomplacencia
es un defecto de carácter muy peligroso. La comida nunca me ha avasallado
económicamente, pero si es cierto que muchas veces he dado prioridad a mis aficiones
antes que a las obligaciones, a arreglar la casa, o a ahorrar. En esto veo mi
mentalidad de adicto que se expresa en todo lo que hago, en las decisiones que
tomo. He preferido la recompensa de darme algún capricho antes de hacer cosas
necesarias, pero sin las que podía estar, aunque creo que no he llegado al límite de la compra
compulsiva.
¿Hemos hecho
oídos sordos a nuestros hijos o a nuestra pareja cuando nos necesitaban?
He aprendido en el programa a poner límites. A saber
cuando debo estar y cuando no. Muchas veces la otra persona solo quiere volcar
sobre mi su basura emocional. Y ahora se decir que no, que yo no estoy para eso
y que hay otras personas, otros lugares y otros modos para que ella haga eso.
Gracias a dios ella también tiene toda la ayuda que necesita, y se que yo no
puedo cargar con la enfermedad de los dos, la suya y la mía.
Yo procuro escucharla, y darle valor a lo que habla,
pero llega un momento que se sobreexcita y entra en un monologo. Le cuesta
mucho mantener una conversación. Igual que yo, es persona de extremos. En su
trabajo no habla nada, y conmigo no para. Le cuesta, pero ya va aprendiendo a
escuchar y no solo hablar. Y a que temas debe y no debe tratar conmigo. Que sea
su pareja, no significa que sea su psicólogo. Yo no puedo curar a otra persona.
A veces no puedo conmigo mismo.
¿Permitíamos
que las necesidades de otros nos gobernasen mientras ignorábamos las nuestras?
Yo creo que no, mi egocentrismo no me dejaba. Se
unía con mi codependencia en una extraña necesidad de “ven a mi y hazme feliz”,
incapaz de ser feliz por mi mismo. No pensaba en las necesidades de los demás,
si no en usar a otros para cumplir las mías, y en que era incapaz de ello. No
aprendí a ponerme en el lugar de los demás hasta que llegue al programa de OA.
¿Asumimos
responsabilidades de otros y hacemos lo que ellos tienen la obligación de hacer
por si mismos?
A veces me pasa, y detrás de esto veo mi
codependencia controladora, de la variedad del codependiente activo. También
perfeccionismo en el trabajo, e incluso lujuria cuando me pasa con mi novia.
Soy dado en el trabajo a sobrecargarme de cosas por
hacer que tienen que hacer otros. Me cuesta delegar, por que creo que solo mi
manera de hacer las cosas es valida. Esto me lleva al estress, a perder mí
tiempo de ocio y descanso, a agobiarme y en última instancia a sobrecargarme y
recaer. Gracias a dios ya me he dado cuenta de esto, y voy soltando poco a
poco, y renunciando a cargarme de trabajo, manteniendo un plan de acción en el
que incluyo una gestión de mi tiempo de trabajo.
¿Estoy
dispuesto a asumir responsabilidades por los problemas que he causado, o le
hemos echado la culpa a los demás?
Con el programa he aprendido dos cosas muy
importantes. La primera es a ir con la verdad por delante siempre, pase lo que
pase. Lo segundo es a reconocer mis errores, pedir perdón por ellos, y
repararlos inmediatamente. Creo que con esto estoy aceptando mi parte de
responsabilidad en los problemas que pueda causar. Se acabo echar la culpa a
los demás. Pero esto es algo delicado cuando otras personas a mi alrededor
escogen pelearse por mi trabajo. En esos casos tengo que hacer un gran
esfuerzo, tener mucha diplomacia y mano izquierda. He aprendido a solucionar
los problemas, y seguir adelante con actitud positiva. Buscar culpables no
soluciona nada. Echar la culpa a otros de mi problema no me libera del problema
en si.
¿He buscado
disculpas que justifiquen mi comportamiento?
Si, sobre todo con la comida. Cuando he cogido
comida que no era mía, cuando he comido de más. He justificado mi falsa hambre
que no era otra cosa si no gula. He justificado acciones mías muy malas en las
acciones de otros. Por ejemplo le robo a mi jefe por que me esta explotando, o
por que me debe dinero. Ahora se que estas acciones solo traían peores
consecuencias para mi. Lo negativo solo trae cosas más negativas aun.
¿Tenemos
prejuicios?
Me han criado en una sociedad con prejuicios, y los
llevo de series. Pero poco a poco voy luchando contra ellos. Trato de ver a
cada persona como un individuo y no juzgarle por lo que es, si no por como me
trata. No por su aspecto o condición.
Otro prejuicio que me ha surgido a raíz de entrar en
programa es el de juzgar rápidamente a personas como adictas, o rechazar a las
personas que aun sabiendo de su adicción no aceptan ayuda. Se me olvida que son
como yo y que están en las garras de la enfermedad. Tengo que recordarme
continuamente que lo único que puedo hacer por esas personas es recuperarme yo,
y ser ejemplo de recuperación. No puedo decirle a nadie lo que ha de hacer,
como se hace para recuperarse uno de la terrible y demoledora enfermedad que es
una adicción por que para cada uno el camino es distinto…
¿Hemos
tratado alguna vez mal a alguien a causa de su raza, religión, filiación
política, sexo o impedimentos?
No, a conciencia para hacer daño a discriminar. Pero
a raíz de entrar en programa aprendí a detectar a otros adictos en activo, a
personas en dinámica de autodestrucción, y persona con los defectos de carácter
por las nubes. Cuando detecto a una de estas personas suelo protegerme, o
apartarme a un lado. No se si eso es discriminación.
¿Contamos
chistes en los que ridiculizamos etnias, razas o al sexo opuesto?
Si alguna vez, incluso sobre alguna persona publica
concreta. Ahora me doy cuenta de que no esta bien. Pero no soy un asiduo de
contar chistes, así que no lo he machacado demasiado. Supongo que solo se me
unos cuantos y resulta que uno si es ofensivo.
¿Si no lo
hacemos, decimos claramente que esta clase de humor “no nos hace gracia”?
Pues no lo se. Creo que los únicos chistes que me
disgustan son aquellos que tienen como objetivo la comida y la obesidad. Me
tocan la fibra sensible los chistes sobre gordos.
¿Somos
capaces de reconocer nuestros errores y admitir que otros pueden tener razón?
Si. No me gusta, pero lo hago. Esta es una de las
cosas buenas que me ha dado el programa. Ahora se rectificar, pedir perdón, y
ver que no pasa nada. No tengo que salirme siempre con la mía. El orgullo y el
egocentrismo ya no me pueden en este aspecto. Esto me salva de muchas peleas y
resentimientos, y me hace estar mas en paz con los que me rodean. En definitiva
es un paso hacia la serenidad, del que estoy muy agradecido.
¿Estamos
dispuestos a escuchar y aprender de los demás o creemos que lo sabemos todo?
Si, sobre todo me doy cuenta cuando trato de hacer
cosas y veo que no me salen, y veo que hay otras personas que les salen mucho
mejor que a mi. Entonces es el momento de cerrar la boca y escuchar. Esto me
pasa en muchos aspectos de mi vida. Cometo errores, no soy perfecto, soy
humano, nadie nace sabiendo.
¿Reconocemos
nuestros errores y los del prójimo como algo natural, o criticamos, condenamos,
y nos quejamos?
Yo creo que he aceptado los errores de otros. Ya se
que no se puede modificar ni controlar a otros. Veo los defectos de carácter de
otros. Y sus errores. El problema es que me cuesta callarme y no decir, mira
esto y esto esta mal… Ahí me sale el orgullo y el egocentrismo, el creerme
mejor por que yo no me he equivocado en eso, cuando me equivoco en muchas cosas
mas.
¿Nos
dedicamos a agradar a la gente para quedar bien?
Creo que en general no. De hecho a veces creo que
peco de ser egoísta y quedar mal con la gente. Además se que la felicidad no me
la da la gente. Buscar la autoestima en los demás es codependencia. Se que lo
principal es centrarme en mi, en mi propio yo, y en tratar de ser mejor
persona. Las personas no me van a dar nada, ni pueden curarme, ni pueden
trasmitirme emociones positivas que yo de por si no tenga. Creo en generar mi
propia positividad, no en absorberla de los demás. Eso es ser un vampiro
emocional. Yo he aprendido a estar bien conmigo mismo incluso en soledad.
¿Nos empeñamos en gustarle a todo
el mundo, llegando incluso al extremo de averiguar que es lo que la gente
quiere para dárselo, sin importarnos el precio que tengamos que pagar?
Me gusta llevarme bien con la gente pero se que es
eso imposible, además también se que surgen roces e imperfecciones que se
solucionan, y que no por eso he de llevarme mal. Ya no es o todo o nada, que es
lo que hay en mi mente como comedor compulsivo que tiende a los extremos. Nunca
me he preocupado mas de los deseos de otros antes que de los míos. Mi orgullo,
egocentrismo y autocompasión ha hecho que se me diera bien ser egoísta.
¿Nos da miedo decir que no a
los demás?
Yo
creo que no pero depende de la importancia del tema en cuestión. A veces
me cuesta más decir que si y bajar la barrera con las personas por miedo a que
me hieran. Lo que mas me cuesta es decirme que no a mi mismo y ponerme limites,
sobre todo con mis defectos de carácter mas activos, la gula y la lujuria.
¿Tenemos una actitud de desafío sea
manifiesta u oculta?
Yo creo que si. Siempre me ha gustado vivir al
limite, forzando la maquina, llevando mi cuerpo hasta los extremos por el
simple hecho de ver que podia hacerlo. No era consciente de lo que me
arriesgaba al hacerlo. Pero esto se acabo desde que entre en programa, ahora
busco cuidar de mi mismo por que se que es lo que me mantiene abstinente. Siempre
pense en mi mismo como un rebelde, amigo de las causas perdidas, incluso de yo
mismo como causa perdida. Inconformista, libre pensador y cuestionador de todo.
Con una actitud muy curiosa de seguir adelante de conocerlo todo, de saberlo
todo, de comprenderlo todo. De sentirme vivo aprendiendo , y llenar ese hambre
de conocimiento insaciable. De hacer cosas nuevas continuamente. Y
reinventarme a cada paso.
¿Cual es
nuestra actitud hacia las leyes, las reglas y la gente que ejerce una autoridad
legitima sobre nosotros?
Siempre he tenido un problema con los hombres que
tienen autoridad sobre mi, por que me recuerdan a mi padre, y eso me hace
revolverme, sentirme incomodo, controlado, dominado, anulado... Mi
actitud hacia ellos ha sido de revancha, de venganza, de odio sin sentido, de
rebeldía descontrolada, de reproche y resentimiento. Ahora veo que no era por
mi padre, al que ya he comprendido que es igual que yo pero sin la suerte que
yo tengo con el programa. Si no por los chicos, que en su momento abusaron de
mi y se erigieron sobre mi como juez jurado y verdugo. Por que el peor abusón
era mayor que yo y ejercía de sheriff y mandamás y les
ordenaba a todos que me acosaran. Por eso tengo este problema de autoridad con
los hombres. Pero veo que gracias al programa se va diluyendo mas y mas, y por
lo pronto a mi padre le he podido perdonar.
¿Nos produce
ansiedad el futuro?
Yo creo que no. Lo justo y necesario. Ya no. Antes
lo que me daba miedo del futuro era la soledad y quedarme solterón a
los cuarenta. Pero gracias a dios ese miedo hoy día ya no lo tengo. Por que mi
vida ha mejorado muchos enteros gracias al programa. Ya no me preocupo del
futuro.
¿Nos hacen
perder mucho el tiempo las preocupaciones?
Si y no. Las preocupaciones en si no me hacen perder
el tiempo. El problema es que yo las preocupaciones, como comedor compulsivo
que soy, las convierto rápido en comida. Y es la comida lo que me hace perder
mucho el tiempo. comiendo a escondidas, planeando atracones, buscando comida a
horas rarísimas cuando debería de estar durmiendo, pensando
en comida cuando debería estar haciendo otras cosas.
¿Nos da miedo
la gente?
Durante mucho tiempo si me dio miedo la gente. Ahora
ya no. Ahora me da miedo la enfermedad de la adicción que corrompe la sociedad,
las relaciones, y las personas como un todo. Y mas que miedo, me da respeto.
Como ver un toro desde la barrera. Sin temor pero siendo consciente del peligro
que conlleva.
¿Nos aislamos
de nuestros amigos o de la sociedad?
Si, y casi sin darme cuenta. Tengo que tener mucho
cuidado con esto. Me he escudado siempre en excusas con la comida para quedarme
encerrado y huir. Gracias a dios hoy tengo una vida mas normal y ya no me
siento encerrado, casi diría que conozco mucha gente.
El motivo para huir de la gente, era básicamente
huir del dolor que me provocaba la gente que me llevaba a comer, por que no
quería comer compulsivamente. Era la huida y no enfrentarme al verdadero
problema.
¿Nos da miedo
tratar con gente nueva?
No. No me considero tímido para nada. De hecho el
programa me ha dado la facilidad para hablar de mi mismo en lo mas intimo
delante de extraños. Así que de timidez ya me queda poco o nada. Eso lo he
ganado en autoestima, carisma y experiencia personal. Y en sinceridad. Diría
que el compartir hablando de ti mismo en alto es uno de los puntos fuertes del
programa, por que pone de relieve dos puntos muy importantes: la autoestima, y
la sinceridad u honestidad, que yo considero puntos básicos del programa. Se
acabo el gordito tímido. Ahora se quien soy, ahora estoy seguro de mi mismo, y
he encontrado una importante fuente de fortaleza que me ayuda en todo momento
que es mi poder superior, el programa y los grupos.
¿Nos
mantenemos a distancia de los demás esperando que ellos sean los que se
acerquen a nosotros?
Para nada. Hoy mismo hable en el ascensor de la
oficina con dos compañeras de otro departamento que no conocía de nada. No me
cuesta hablar con la gente y entablar conversación. Me considero abierto y
extrovertido.
¿Tenemos
tendencia a relacionarnos con el tipo de gente que nos maltrata mental y
físicamente?
Si. Durante mucho tiempo he puesto personas en mi
vida para que me hicieran daño y así yo tener una excusa para comer
compulsivamente, para tapar ese dolor. Con el tiempo me di cuenta, durante mi
recuperación, que tener relaciones sanas, sacar de mi vida las personas
negativas que me hacían daño, era una manera de facilitarme el estar
abstinente.
Además siempre tiendo a sentirme atraído por chicas
con un carácter muy fuerte, dominantes y controladoras, que terminan haciéndome
daño. Mi pareja actual no es así, y ahí veo que he dado un gran paso en mi
recuperación.
Por otro lado siempre tiendo a hacer buenas migas
con personas con problemas con la comida. Es como si la enfermedad llamara inconscientemente
a la enfermedad, para buscar compañeros de atracones, igual que hay compañeros
de borrachera, o de consumo de drogas.
Poner a cada persona en su sitio, y saber decir que
no, y tener una relación sana desde la distancia, en el punto medio, ha sido un
gran avance. La compulsión por la comida esta en mis patrones de comportamiento
como ser humano social. Saberlos ver, reconocerlos, y esquivarlos, es un poco a
poco dejar de ser tan comedor compulsivo.
Por que el ofrecerme comida continuamente, a mi que
me maltrato continuamente con la comida, y yo que la uso para hacerme daño, es
una forma de maltrato físico. Aunque la otra persona no lo hace con esa
intención. Ahora ya se decir que no a otros. Al que me cuesta decirle que no es
a mi mismo, por que la gula me puede interiormente, pero he aprendido a parar
la gula que viene de fuera, a través de otras personas, por su maltrato físico
y emocional hacia mi.
¿Nos da miedo
romper las relaciones poco sanas o destructivas que todavía mantenemos?
Pues no. Aprendí hace tiempo el significado del
desprendimiento emocional. Quien me hace daño sale de mi vida pero bien rápido.
Es una economía de las emociones, una gestión eficiente de las mismas con el
objetivo de estar en paz para poder mantener una buena abstinencia. Por que mi
abstinencia es lo mas valioso que tengo, mi fin ultimo. Sin eso no hay nada
mas. Cuando como lo pierdo todo. Y por eso si tengo que quitarme de encima
molestias u obstáculos que me pueden llevar a comer compulsivamente, lo hago
sin miramientos. Puede que quizás sea un poco brusco, pero es que me lo tomo
muy en serio, igual que a mi la enfermedad de la compulsión por la comida no me
da ni tregua ni cuartel.
¿Hemos
retrasado la búsqueda de nuevos trabajos o carreras paralizados por las
preocupaciones o el miedo?
No. De hecho, creo que es todo lo contrario. Cuando
no estoy a gusto en un sitio, cojo mis bártulos y me voy. Más que nada por que
mi paz y mi serenidad están por encima de todo ya que son la llave de mi
abstinencia. Se dio la situación de que estaba en un trabajo horrible, lleno de
adictos en activo, con problemas todos los días. Así que me fui en cuanto pude.
Me costo irme pero al final lo logre, y ahora estoy mucho mas tranquilo y en
paz. Además el trabajo es uno de los temas que si no esta en su sitio me puede
costar la abstinencia por el agobio y estrés que me puede causar. De nuevo noto
como mi recuperación y mi abstinencia exigen de mi no ser ya mejor persona, si
no encargarme de mi vida y solucionar mis problemas, no taparlos con comida que
no lleva a nada.
¿Nos asusta
tanto la posibilidad de cambio que nos quedamos estancados en situaciones que
son malas para nosotros?
No. Yo se que en el cambio esta la evolución, se que
la recuperación es el arte de cambiar. No puedo hacer lo mismo una y otra vez y
esperar diferente resultado. Recuperarse es cambiar a mejor, ser mejor persona.
Siempre he tenido esa habilidad de rehacerme desde cero, de evolucionar, de
cambiar. Yo ya llegue con la mente muy abierta antes de entrar a OA. Pensaba
que todo el mundo era así, no me daba cuenta, y eso me costo algún disgusto al
darme cuenta que las personas no tienen la misma apertura mental que yo. No
tienen esa facilidad para cambiar que yo tengo.
¿Nos da miedo
expresarnos, decirles a otros lo que pensamos y como nos sentimos?
Mas que expresarme, lo que me da miedo es hacer daño
a los demás sin querer. Se que mi mente enferma pone en mi boca muchas palabras
dañinas, y muchos pensamientos que lo son mas aún. No puedo dejarme llevar por
mi mente, por que entonces haría mucho daño, por que se que en mi mente enferma
hay implantada a fuego una dinámica de autodestrucción de mi mismo, de la
relación con los demás. De hacerme a mi mismo daño y a los que me rodean. Por
eso muchas veces es mejor callarme lo que pienso, por que siempre meto la pata
continuamente. No me fio de mi mismo, por que se que mi libre albedrio esta
alterado por la enfermedad, y que cada palabra que diga, cada paso que de, cada
elección que tomo, inconscientemente
tiene el fin ultimo de hacerme daño a mi, o a otros , para sufrir por ello y
terminar comiendo compulsivamente.
¿Nos asusta
tanto la posibilidad de conflicto que preferimos que nos maltraten antes de
hacer valer nuestros derechos?
No. He aprendido a decir que no al maltrato por que
me afecta a mi serenidad. Y si pierdo eso puedo perder la abstinencia. Cuidar
de mi ahora es una prioridad. Ahora me da igual lo que piense la gente de mi, y
como estén, lo mas importante soy yo y mi abstinencia. Ya no prefiero sufrir yo
y comer, y poner a otros por encima de mi. El programa me ha enseñado a ser
egoísta y cuidar de mi mismo.
¿Cuándo nos
impidió el miedo tomar medidas que deberíamos haber tomado?
Me costo bastante enfrentarme a los chicos que me
acosaban y maltrataban, pero lo hice. Y logre pararles los pies. Deje un
trabajo que resultaba dañino para mi. Me fui de casa de mi madre cuando sentí
que allí no podía recuperarme. Creo que no me asusta tomar decisiones, el miedo
no me paraliza. Puedo tomar decisiones y acciones a pesar del miedo. Tengo
valor, y un programa que me ayuda para ello.
¿Nos
mantuvimos al margen y permitimos que otra persona saliera perjudicada cuando
podríamos haber hecho algo para evitarlo?
En el pasado no lo se, no lo recuerdo. Ahora con el
programa se que es mejor no inmiscuirme en la vida de la gente o puedo salir
perjudicado yo también. No soy el salvador de nadie. Cada uno tiene su propio
poder superior que le cuida y cada uno es responsable de si mismo. Yo puedo
controlar la vida de otros pretendiendo saber lo que es bueno para ellos.
Dejarle ser a cada uno ser lo que quiera ser, y no inmiscuirme, esa es parte
del vive y deja vivir. Tratar de salvarlos del sufrimiento es eso también,
pensar que yo se mas que nadie y puedo salvarlos. A veces no puedo ni conmigo
mismo como para andar pretendiendo salvar a otros. Se que estoy mucho mas
tranquilo si solo me ocupo de mis propios problemas, y no trato de controlar y
de salvar a nadie. Ya no soy el amigo de “tu lo que tienes que hacer es…” Es mejor para mi preocuparme de mi mismo.
Mantenerme al margen es difícil a veces, sobre todo cuando las personas se
empeñan en sufrir y no tienen la mente abierta para pedir ayuda, ni escuchar.
El paso 12 es complicado. Me he visto en la
situación de enfrentarme a personas que no estaban en situación de dejarse
ayudar, y se lo tomaron mal, como una intrusión. Salí lastimado, y esas
personas ahora me odian. Así que lo deje correr y me aparte a un lado. Les deje
seguir con su vida y seguir perdiéndose en la adicción a la comida. Yo no puedo
salvar a todo el mundo. Hay mucha gente que no quiere ser salvada. Que ni
siquiera tiene consciencia de que
necesita ser salvada. Y sin embargo sufren día a día por la comida, y la
salvación esta ahí a un paso, pero están ciegos, y aunque tuvieron la
oportunidad delante, prefirieron la enfermedad.
¿Hemos dejado
que a otro le echaran la culpa o le
castigaran por algo que habíamos hecho nosotros?
No lo recuerdo. Es posible que con mi hermano en una
de estas cosas de críos. Pero de adulto dejar a sabiendas que otro se llevara
mis culpas, no conscientemente en cosas graves. Puede que alguna vez en el
trabajo. Todos mis compañeros esconden sus errores debajo de la alfombra, y se
inventan una milonga para no culpar a nadie. La informática es así, el que sabe
se aprovecha del que no sabe.
¿Hemos
abandonado alguna vez a alguien a quien teníamos la responsabilidad de ayudar?
Si. Y lo volvería a hacer. Es mas lo tendré que
hacer seguro. Yo no soy responsable de nadie excepto de mi mismo. No tengo que
salvar a nadie mas, no se lo que es bueno para los demás. En el momento en el
que empecé a creer en un poder superior, me di cuenta de que si a mi me cuida,
cada uno tiene su peculiar ángel de la guardia, y que hace el trabajo mejor que
yo. Yo no puedo salvar a otros de si mismos, por que yo no puedo salvarme a mi
mismo, ya que necesito ayuda.
Muchas veces es bueno dejar a las personas que se
estrellen para que aprendan de ello. Por que les adviertes y no hacen caso.
Necesitan experimentar el dolor del error para aprender de ello.
¿Nos
aferramos a un resentimiento porque en alguna ocasión alguien amenazo o daño
nuestra seguridad, nuestras ambiciones o nuestras relaciones?
A día de hoy ya no. Antes si. Tenía el típico
comportamiento de adicto a tratar a las personas por extremos, igual que me
relacionaba con la comida. O atracones o anorexia. O te amo, o te odio. O te
pongo un templo o no quiero saber nada de ti.
He aprendido que los resentimientos son fuentes de
dolor continuo. Tengo que sacarlos pronto de mi cabeza. Son lo que hace que me
duela tanto que corra a comer compulsivamente para no sentir nada. Ahora se que
ahí otra manera de procesar mis emociones negativas, mis resentimientos, que
comiendo compulsivamente. Puedo escribirlos, llamar a alguien de Oa, y leerlos.
Y se van. Y ya no tienen fuerza sobre mi.
Además he aprendido a perdonar. A que la gente no
esta conmigo o contra mi. Si no que puedo tener contratiempos o conflictos
puntuales con las personas con las que habitualmente me llevo bien, por que
todos tenemos un mal día, y que por eso no se acaba el mundo.
¿Hemos
intentado vengarnos de las personas que nos han hecho daño?
Si. Me he vengado de jefes que yo creía que me
trataban injustamente. Me creía justificado para robarles o hacerles
jugarretas. Ahora se que solo me complicaba mas aun la vida. He dejado de
hacerlo, por que es hacerme daño a mi mismo. Todo el daño que hago hacia fuera,
luego retorna hacia mi. Eso es algo que he aprendido en el programa, el vive y
deja vivir.
¿Ponemos un
especial empeño en jamás olvidar el daño recibido?
Afortunadamente ya no. He aprendido que el dolor que
me producen los resentimientos se traducen en atracones, en comer
compulsivamente. He aprendido a perdonar. Con mucho esfuerzo, y mucho rebuscar
en mi interior he podido perdonar a mi padre, al que tenia crucificado por el
divorcio de mis padres. Ahora comprendo que el es un enfermo igual que yo, y
que no puede hacer nada con sus defectos de carácter. El es como yo, somos
iguales, solo que yo he tenido la suerte de entrar en un programa de
recuperación. No perdonarle seria no perdonarme a mi mismo. No aceptarme.
Además la oración de la serenidad, lleva implícita
la aceptación a otros, por que yo no puedo cambiarles. O me hago a lo que hay o
me lo como. Tener una cuenta pendiente, odiar a muerte, esos son los extremos
de odio que me destruyen, por que mandan los defectos de carácter, las
emociones negativas, y eso me lleva a comer. Estar abstinente exige de mi ser
mejor persona, y eso pasa por no ser vengativo ni rencoroso. Y vivo así mucho
mas tranquilo.
Perdonar, y dejar continuar a cada uno con su
camino, es el camino de la liberación espiritual de estos malos sentimientos.
Esto me cuesta mas cuando continuamente me reabren las heridas. Los resentimientos
son muy poderosos si son recurrentes. Pero he aprendido que no tengo que hacer
nada con ellos. Solos se van yendo. Pueden volver, como la compulsión, pero no
tengo que dejarles el poder de mandar sobre mis acciones, por que solo
generaran mas dolor, sufrimiento, ansiedad, enfermedad y recaídas.
¿Sentimos
rencor hacia alguien por celos?
En ocasiones se que he sentido celos absurdos. Pero
no rencor. La lujuria a mi me juega malas pasadas y ya me conozco, así que no
me suelo fiar mucho de mi, y de mis sentimientos de atracción hacia otras
personas. Por que siempre me atraen personas problemáticas que son malas
opciones para mi. Otra vez la enfermedad poniéndome la zancadilla para terminar
comiendo. Me vienen trampas en mis sentimientos y emociones para que cometa un
error, y llegue a una situación emocionalmente tensa, que me supere y coma.
Esos celos y esa atracción los trato como los alimentos compulsivos, son
peligrosos para mi. Me producen dolor, y recaída emocional, y tras eso va la
física. Así que paso de ellos. Los siento, pero no hago nada con ellos. Se
suelen ir cuando las personas implicadas se van de delante mía. A este nivel,
mi vida no es mía, yo ya no tomo decisiones sobre quien voy a estar o quien me
gusta o quien no. Puedo sentir envidia de otros hombres cuando los veo con
mujeres que me gustan, pero me acuerdo del “no desearas a la mujer del
prójimo”, y lo dejo estar, y me olvido por
que gracias a dios yo ya tengo mi pareja, que es maravillosa, me hace muy
feliz, y se que esos pensamientos son peligrosos y enfermizos.
¿Sentimos
envidia de la apariencia, la riqueza, la vida sexual, la popularidad, o la
posición social de otras personas?
Si. La envidia se mezcla en mi cabeza con la
lujuria, y es muy destructiva. Y además me producía miedo a la soledad. Ya no.
Apariencia: Cada vez que veo a esos chicos que
reciben todas las miradas, que se quitan la camiseta y atraen, me da la envidia
mezclada con la lujuria. Me gustaría ser así, pero no lo soy. Y lo acepto. Es
una cuestión de ego masculino, por todo el tiempo que me sentí ignorado por las
chicas en la adolescencia. Ahora se que es una cuestión mia, yo no me quería, y
por lo tanto no podía querer a nadie. Toda mi negatividad y problemas alejaba
de mi a otras personas.
Riqueza: La riqueza de otras personas no la envidio.
Gracias a dios no tengo problemas económicos y tengo todo lo que quiero en mi
vida. No es una cosa que me preocupe. Podría si, pintar el coche, comprar otro,
irme a un piso mas grande, pero elijo no hacerlo por mantener una reserva
prudente de dinero por la incertidumbre económica de la sociedad en que
vivimos.
Vida sexual: Una vez escuche, o leí, que los kilos
dificultan las relaciones sexuales. Que la mala forma física me influye.
Ciertamente eso me impacto. Y eso añadió un punto mas a mi envidia mezclada con
lujuria y un punto de orgullo. Les veía tan fuertes, tan jóvenes, tan sanos,
que les envidiaba, por que sentía que yo mi juventud me la había perdido
enterrado en kilos y depresión.
Popularidad: La envidia de la popularidad de otros
la veo como una mezcla de orgullo, codependendencia y egocentrismo. Necesito de
los elogios de otros para levantar mi autoestima y sentirme el centro del
universo. Es una borrachera de emociones muy adictiva. La veo en los famosos. La
veo en personas que se sienten el centro de los eventos o de los hobbies y se
les sube a la cabeza. He aprendido lo que es la modestia y la humildad. Un
seguro que me protege de mi mismo es este aspecto.
En el pasado he admirado a personas que tenían una
posición de popularidad evidente en factores de la vida que me interesan. Y
luego no me he podido sentir mas decepcionado cuando me han fallado o no eran
lo que yo esperaba. No puedo poner mis esperanzas, ni convertir a nadie popular
en mi poder superior. Yo no puedo convertirme en el poder superior de nadie.
Por supuesto que he sentido envidia de la
popularidad de otros. Y esto entronca mucho con la marginación que viví durante
mi juventud / adolescencia. Pero el ser popular ahora se que no es la solución,
por que los defectos de carácter pudren por dentro a muchas personas populares.
Posición social: Hace tiempo que me di cuenta que
los hombres no nacemos iguales. La envidia de la posición social de otros surge
de mi pereza. A mi como a todos me gustaría vivir sin tener que trabajar.
Cuando he visto personas que por su posición tienen la vida resuelta y pueden
vivir sin problemas por supuesto que siento envidia. Personas que ya saben cual
será su futuro y esta seguro pase lo que pase, que tienen dinero suficiente
para trabajar o no si quieren. Que pueden vivir mas que yo, es decir, casarse,
tener hijos, comprarse una casa, cosas que están muy lejos de mi alcance a día
de hoy, claro que siento envidia, y resentimiento. Pero no se han esforzado.
Son simplemente hijos de. Yo tengo que trabajármelo día a día y eso me hace
tener que esforzarme para dar lo mejor de mi para ser mejor persona.
¿Sentimos
rencor hacia nosotros mismos por cosas que hayamos hecho o dejado de hacer, o
por ser comedores compulsivos?
He cometido muchos errores en el pasado. Me he hecho
daño a mi mismo y a los demás. Y ahora veo detrás de cada uno de estos
episodios mis instintos mas básicos corrompidos por los defectos de carácter
como medio de tomar decisiones erróneas que me dirigían directo hacia el dolor,
hacia la adicción y hacia la enfermedad.
El hecho de ser comedor compulsivo ha dejado de
lastrarme. Ya no soy mejor ni peor que los demás. Cada uno tiene sus problemas.
Ser comedor compulsivo me ha llevado donde estoy. A tener la recuperación que
tengo, a tener que trabajarme interiormente. A ser mas sabio y preocuparme por
mi mismo. He dejado de culparme por ser comedor compulsivo. He aprendido a dar
gracias por ello por que mi recuperación ha requerido de mi ser mejor persona para
trabajar contra mi enfermedad. Recuperarme es para mi un viaje hacia ser mejor
persona. Y por esto estoy agradecido al programa y a mi enfermedad. Muchas
personas normales no se preocupan por ser mejores personas y viven sufriendo
como yo vivía. Descubrir que era comedor compulsivo fue el principio del fin
del sufrimiento así que estoy agradecido por saberlo.
¿Encauzamos
mal nuestros enfados?
La ira es un defecto de carácter peligroso. Tiene el
poder de hacerme tomar acciones por venganza. Y eso me lleva a mas dolor. Una
escalada de resentimientos.
La ira es peligrosa para mi cuando tengo motivos,
cuando otras personas me hacen daño y me despiertan los defectos de carácter.
He visto que atacar no es la respuesta por que me
causo mas dolor. Todo lo que va viene. Si reparto dolor recibo dolor. Si
reparto odio, recibo odio. Me cuesta salir del ciclo cuando recibo odio y dolor
de otros para no perpetuar esto.
Me es mas difícil cuanto mas intenso es el
dolor. Los defectos de carácter se
transforman dentro de mi. Rezar por otros y desear que les vaya bien, para que
no quieran hacerme daño, vivan su vida y me dejen tranquilo, es lo que me ha
enseñado el programa. A veces no soy capaz de hacerlo y cometo errores.
¿Atacamos
despiadadamente a los mas cercanos a nosotros, en vez de decirle a la persona
con la que realmente estamos enfadados por que lo estamos?
Recuerdo uno de los lemas “que quede en mi” o “que
termine en mi”, junto con otro de la tarjetilla de AA del solo por hoy: “puedo
estar resentido pero solo por hoy no lo demostrare”.
He aprendido con el paso del tiempo y el trabajo del
programa, que lo importante no es lo que digas, si no como lo digas. Poner
limites con amor es muy importante.
A mi todavía me cuesta, y a veces mandan los
defectos de carácter. Renunciar a ello cuando estoy en mi derecho de pararles
los pies a otras personas es muy difícil. Si alguien me esta haciendo daño, decírselo
en vez de devolvérselo es la teoría, una meta a conseguir. A veces lo logro,
otras veces no.
Me dicen que a veces soy muy cortante y directo. Y
sin embargo no tengo intención de hacer daño. Vuelvo a lo de “lo importante es
como lo digas”.
¿Hemos
maltratado a otros verbal o físicamente?
Si. Tantas veces que no puedo recordarlas todas.
Recuerdo los gritos, los objetos rotos, las peleas, las palizas que recibí.
Para mi la violencia era un método de sobrevivir en un mundo totalmente
agresivo para mi. Sobre todo emocionalmente de las personas mas cercanas a mi.
Cuanto mas cerca mas daño me hacían, y mas daño les hacia. No sabíamos
convivir. Eramos, son, una familia disfuncional, y nuestra manera de
relacionarnos era maltratarnos hasta el punto de perder los estribos y la
cabeza.
Hacia fuera de mi familia también. No había
aprendido a relacionarme de otra manera. Visto desde fuera, creo que no era
tanto, pero los momentos de tensión eran tan intensos que perduraban en el
tiempo. Recuerdo el silencio pesado, que se podía cortar con un cuchillo y no
hablarnos por puro odio.
Tuve que irme para poder mejorar. Cuando vuelvo ese
ambiente sigue allí, esperándome.
¿Hemos
maltratado animales alguna vez?
Si. Recuerdo una vez que en la granja de mis tíos y
abuelos, había camadas de gatos y mis tíos los mataron a todos, por que eran
muchos y se comían las gallinas. Yo ayude, y ahora desde lejos, no me gusto
hacerlo.
Recuerdo una vez que fui con mi padre a cazar. Le
dio a una paloma. Fui a recogerla. El animal sufría, no estaba muerto. Lo
remate de una pedrada por compasión, para terminar su sufrimiento. Desde aquel día
aborrezco la caza y todo lo que sea matar animales.
Tiempo después he sido vegetariano varios años y
comprendo la causa animalista. Creo que con eso ya repare. Me gustaría volver a
ser vegetariano, pero a día de hoy , soy incapaz y no quiero forzar mas mi
salud ni los limites de mi compulsión por la comida, por que cuanto mas
restrinjo mas compulsivo me pongo.
¿Le hemos
quitado la vida a alguien a causa de nuestra ira, de nuestro miedo, por
descuido nuestro, o por cualquier otro motivo?
No. La vida es sagrada. La muerte es muy poco
castigo para los monstruos emocionales que hay sueltos por la sociedad.
¿Cómo influye
la avaricia en nuestras vidas?
Trabajar para mi mismo es un objetivo que cada vez
veo mas inalcanzable. Creo que me gustaría por no tener que aguantar a jefes y
a sus defectos de carácter. En el fondo busco un ambiente emocionalmente mas
sano para mi donde me sea mas fácil estar abstinente. Pero eso es huir de la
vida. El programa me enseña a vivir con mis defectos de carácter y con los de
os demás. A sentirlos, procesarlos, y no hacer nada con ello. Eso hago con la
avaricia. Soltarla y dejarme llevar.
¿Somos
generosos o egoístas?
Me gustaría ser generoso con quien es generoso
conmigo, y egoísta con quien es egoísta conmigo. No siempre lo logro. Lo que me
pasa habitualmente es que soy generoso con quien es egoísta conmigo. Los
caminos de la codependencia son misteriosos. Detrás de eso esta la enfermedad.
La avaricia trabajando junto con la codependencia para terminar en el punto de
ruptura emocional de no retorno de la gula con el atracón.
¿Estamos
conformes cuando nuestras necesidades están satisfechas o siempre queremos más,
rara vez quedamos contentos con lo que tenemos?
A veces pienso que llevo ropa digna y con eso me
siento bien y realizado. Sera mejor o peor, pero voy tapado y con eso me sobra.
Lo que deseo es ser mejor persona, estar en paz, y estar a gusto conmigo mismo.
Por que se que eso va implícito en el desarrollo de mi proceso como comedor compulsivo.
He aprendido del programa la aceptación. A aceptar
lo que hay y adaptarme para mejorar. Cuando algo esta a contrapelo ya no
estallo, si no que me adapto y sigo adelante. Por supuesto esto se adapta a mis
necesidades. Ya no hay drama por que no puedo tener esto o aquello, por que igualmente
no hay drama en que tenga sobrepeso o mi trabajo no me guste. Eso da igual.
Muchas personas normales, emocionalmente sanas, no adictas, están en la misma
situación, y no pasa nada. Se adaptan, fluyen y siguen adelante. Tiran millas
como se suele decir.
Lo veo continuamente en mis compañeros de trabajo.
Aceptan que el trabajo es como es, y siguen adelante. Y tratan de buscar una
solución o salida. Pero no se olvidan del problema, estallan y ejercen una
adicción ni su vida se les descoloca totalmente. La verdad es que he aprendido
mucho de alguno de mis compañeros de trabajo observándoles y hablando con
ellos.
¿Nos
obsesiona el dinero?
La avaricia es algo que esta sociedad de capitalismo
extremo en la que vivo me impone quiera o no quiera. Para mi no es avaricia por
tener mas dinero, si no por hacer cosas, ser mejor en lo que hago, y para eso
hace falta dinero. Por desgracia todo en esta vida se mueve a base de dinero.
También he descubierto que hay personas que motivan sus amistades por dinero, o
por ahorrarse dinero aprovechándose de quien lo tiene. Intento evitarlas.
Además gracias a dios la inseguridad económica no
domina mi vida. En el pasado la sombra del paro ha estado en mi vida, y eso ha
despertado la obsesión o miedo por el dinero.
El dinero es un peligro en las relaciones
personales. Muchas relaciones se agrian por el dinero, a mi me ha pasado. Por
eso intento no entrar en grupos que ponen dinero en común para cosas caras de
disfrute común por que eso es un peligro.
¿Creemos que
si dispusiéramos de mas dinero todos nuestros problemas estarían resueltos?
No. Tener mas dinero no me haría dejar de ser
comedor compulsivo.
¿Gastamos el
dinero a mas velocidad de lo que tardamos en ganarlo?
Tengo hobbys caros, pero se controlarme. Nunca gasto
mas de lo que tengo. A veces incluso ahorro, pero cada vez es mas difícil.
¿Somos
administradores responsables del dinero que tenemos?
Creo que si. Siempre me pregunto si necesito lo que
voy a comprar o no. A veces hecho para atrás la compra por que puedo pasar sin
esa cosa o usar otra en su lugar.
¿Pagamos las
cuentas?
Si. Normalmente no dejo nada a deber. La compulsión
usa el dinero contra mi. Sobre todo las pequeñas cantidades, por que en monedas
se convierte en comida rápidamente. Gracias a dios eso cada vez lo llevo mejor.
El problema es cuando no tengo dinero o no tengo cambio y ando detrás de la
gente para conseguir monedas que convertir en comida. A veces he pedido
pequeñas cantidades pero siempre las he devuelto.
¿De que forma
se manifiesta en nosotros la vagancia y la pereza?
En no querer ir andando al trabajo, en no ponerme a
ordenar el piso, en decir las cosas mas tarde de lo que debería decirlas. No
querer ir a grupo por quedarme durmiendo. No queriendo hacer ejercicio por que
si, si no buscando hacer ejercicio útil o que me divierta (me siento como un
hámster en una rueda). Otra manifestación de pereza es salir del trabajo de un
ordenador, llegar a casa y ponerme con otro ordenador. Eso es demasiado
sedentario.
¿Dejamos las
cosas para mas tarde?
A veces si, sobre todo cuando son cosas que no me
gustan o que me va a doler hacerlas. Sobre todo el tema de las reparaciones,
una en concreto que no me gusta la he ido dejando pasar, cuando otras ya las he
hecho.
¿Somos
perfeccionistas?
Ya no. Gracias a dios ya he aprendido que el
perfeccionismo es una mentira que me mantiene quieto sin avanzar. Es mejor
quedarme a medias, que no hacer nada por que me veo incapaz de hacerlo por que
creo que no me va a salir perfecto. Nada ni nadie es perfecto. Mejor el 50% que
el 0%. Esta mas cerca del 100%.
¿Posponemos
el comienzo de las cosas por que creemos que no podemos hacerlo a la perfección?
Ya no. Ahora se que se puede ir mejorando por el
camino. Y que el final de la perfección no existe, si no que hay que ir
progresando poco a poco, y lo importante es lo que pasa durante, no el final.
¿Nos lanzamos
precipitadamente a hacer las cosas sin
pensar?
No. Suelo meditarlas, consultarlas, tomar notas, e
investigar mucho antes de hacer nada. Incluso planeo cosas que se que no voy a
poder hacer ahora, y las dejo aparcadas para mucho mas adelante cuando se
puedan hacer.
¿Somos
impacientes?
Creo que en general no, pero a veces me puede saltar
una mezcla de intolerancia e impaciencia cuando espero algo de alguien. Y eso
es la codependencia. El programa me dice que si puedo hacer algo yo , lo haga,
y no pida ayuda a nadie. Tengo que ser autónomo. Así evito el control de los
demás, la ansiedad de la codependencia sobre las acciones u omisiones de otro,
y la intolerancia e impaciencia que me generan. Ya no tengo que esperar que
otros hagan las cosas ,las puedo hacer yo. Y si yo no puedo hacer la parte de
otro, se queda sin hacer. No pasa nada. Busco otro camino, y sigo adelante como
se pueda.
¿Hacemos la
parte del trabajo que nos corresponde en los grupos a los que pertenecemos, o
esperamos cómodamente a que alguien se ofrezca voluntario?
A veces incluso hago mas de lo que me corresponde.
Creo que hay me gana la impaciencia y la codependencia. Otros no quieren hacer
su parte, y yo hago por lo menos lo que me tocaría para poder seguir
funcionando yo, o cuando veo que la otra persona es incapaz.
¿Dependemos
mucho de los demás?
No. Trato de ser lo mas independiente posible. Hasta
de mi pareja. He asumido lo que significa el desprendimiento emocional. Las
personas a mi alrededor van y vienen. La única persona con la que voy a estar
el resto de mi vida soy yo. Los trabajos van y vienen. Las parejas van y
vienen. La familia va y viene. Soy independiente. Disfruto con otras personas,
pero no puedo depender emocionalmente, por que eso es darle el poder a otros
para hacerme daño, o hacerles yo daño.
¿Esperamos
que nos protejan de los resultados de nuestras acciones, que nos hagan
sentirnos a gusto y que se ocupen de las cosas que debiéramos hacer nosotros
solos?
Creo que no. Pero no podría decirlo al cien por
cien, por que a veces me ayudan a sacar las castañas del fuego en temas de
trabajo, por ejemplo. Pero si algo puedo hacerlo yo solo lo hago. Solo pido
ayuda cuando yo veo que no puedo y después de haberlo intentado. Es lo que se
llama hacer mi parte. Gracias a dios esto lo he aprendido en el programa. Es
algo que me llena, por que en mi trabajo hay mucha gente que no sabe hacer nada
y siempre están de aca para allá buscando que les hagan las cosas otros, y no
son jefes precisamente, pero deciden no aprender ni esforzarse ellos. El
programa me enseña que en el esfuerzo esta el crecimiento interior, que hará de
mi mejor persona, y me llevara a la recuperación. Tengo que hacer mi parte.
Tengo que ponerme en marcha. No puedo esperar que las cosas se hagan solas.
Tengo que hacerlo. Pero no puedo controlar el resultado. Lo hago y lo suelto.
Lo que pase no esta en mi mano, el resultado es imprevisible.
¿Y la
lujuria? ¿Qué problemas nos ha causado
el sexo?
La lujuria es uno de los motores de mi enfermedad.
Es uno de mis defectos de carácter mas marcados, junto con la gula. De uno a
otro. Cuando la lujuria esta fuerte, la gula se invierte, y la compulsión se
convierte de exceso a falta, de compulsión a anorexia.
Diría que la fase de mi vida en que la lujuria se
disparo por carencias afectivas del sexo opuesto, me termino llevando a la
anorexia, que después derivo en la compulsión por la comida. Cuando la
anorexia, la enfermedad, modifico mi cuerpo como mi lujuria quería, me llevo a
un mundo emocional que no estaba
preparado para soportar. Y entonces todo el dolor me llevo a la compulsión por
la comida. No sabia relacionarme con nadie de una manera sana, menos aun con
las posibles parejas.
En el fondo de todo esto, sin que yo lo supiera, no
podía querer a nadie, por que yo no me quería a mi mismo. La no aceptación de
mi cuerpo, une íntimamente la lujuria con la compulsión por la comida. Hoy
gracias a dios he aprendido aceptarme, y tengo personas, y pareja, que me
quieren por como soy, mi yo completo, no solo por mi cuerpo.
¿Hemos
buscado sexo en forma que dañara nuestra autoestima?
No intencionadamente, aunque a nivel insconsciente
es otra historia. Puede que alguna vez me fuera con quien no debiera y eso me
hiciera daño o me pasara factura emocional después, pero no lo hice de manera
consciente. Pero si lo pienso, con lo que se ahora, se que mi yo enfermo atrae
a otras personas enfermas para rodearme de enfermedad y de relaciones
disfuncionales. Así que inconscientemente, antes de entrar en programa o de ser
consciente de mi lujuria como defecto de carácter, si me he ido con quien no
debía para hacerme daño. Pero sin ser yo consciente de ello. Ahora veo como mi
lujuria manipula mis comportamientos con el objetivo de hacerme daño.
¿Hemos sido
promiscuos?
No. Todo lo contrario. Mis emociones no lo soportan.
He sufrido el contacto con parejas promiscuas que me hicieron mucho daño. Así
que la promiscuidad no es para mi. Aprendí de todo el daño que mi padre le hizo
a mi madre, y como yo ese dolor lo sufrí, soy incapaz de ser así.
¿Confiamos en
la gente o no tenemos confianza en nadie, nosotros mismos incluidos?
He sido traicionado muchas veces, así que siempre soy
prudente. En quien quiero confiar, me falla. Así que hoy día se que los seres
humanos somos imperfectos y falibles, y no se puede confiar. Pero la
introducción de las reuniones dice “perdónanos cuando no somos todo lo que
esperas de nosotros”. He aprendido a no esperar nada de nadie, y a confiar solo
en quien se gana mi confianza. Y por encima de todo, a confiar en el programa
de oa y en mi poder superior, por que ese nunca me falla.
¿Decimos la
verdad con frecuencia?¿Mentimos mucho?
Hace tiempo que aprendí que lo mejor, es decir
siempre la verdad, aunque duela. Luego el programa me lo confirmo, la
honestidad es uno de los principios.
Trato de decir siempre la verdad. Lo logro la mayoría de las veces.
¿A quien
hemos engañado y en que circunstancias? ¿Acerca de que mentimos?
En el pasado he mentido sobre mi mismo. Lo hacia
para paliar los efectos de mi baja autoestima. Creaba una falsa imagen de un
mejor yo, en vez de concentrarme en mi mismo y tratar de ser mejor persona. En
el tiempo que llevo en el programa de oa he encontrado mi autoestima y ya no
hago eso.
¿Hemos sido
manipuladores o nos hemos dedicado a engañar a la gente?
Recuerdo los valores con los que crecí: la mentira
era una manera de sobrevivir, la hipocresía un escudo, y la vida una telaraña
de mentiras que mantener para que no me pillaran. Todo esto fruto del entorno
tan agresivo y tan disfuncional en el que crecí. Ahora se que todo eso es el
peor camino. Ahora creo en dejar que las personas sigan cada uno su camino y en
la honestidad y la verdad sobre todo.
¿Nos hemos
aprovechado de la ignorancia de alguien en vez de decir la verdad?
Si, por supuesto. A veces no decir las cosas y
ocultarlas es igual que mentir.
¿Nos hemos
quedado con dinero u objetos que encontramos en vez de devolverlos a sus legítimos
dueños?
Si alguna vez, no sabia de quien eran. Se publico
que los tenia y que sus dueños pasaran a buscarlos, y como no los reclamaron,
pues aquí siguen.
¿Hemos robado
en alguna ocasión?
Si. Motivado por los defectos de carácter como la
ira, a modo de venganza, y la avaricia por que creía que me debían dinero. O
también llevado por la codependencia, por que otras personas lo hacían.
¿Hemos ocasionado
alguna vez daños en objetos pertenecientes a otros y no los hemos reparado o no
hemos pagado por el perjuicio ocasionado?
No que yo recuerde.
¿Hemos
recurrido al engaño para apropiarnos del dinero o de las posesiones ajenas?
No que yo recuerde.
¿En que casos
no hemos devuelto objetos que nos habían prestado?
Alguna vez que he tardado de mas en devolver libros
en alguna biblioteca.
¿Hemos
traicionado alguna vez la confianza de alguien?
Creo que si. Y me he arrepentido de ello. Muchas
veces no es fácil estar entre dos grupos de personas que están enfrentados con
intereses y afectos distintos.
¿Hemos
copiado en los exámenes alguna vez o hemos trampas en juegos y concursos?
Pues como todos los estudiantes alguna vez copiaría
o haría chuletas. Recuerdo que los exámenes me ponían muy nervioso. No soy
tramposo. Para nada. He aprendido el valor del juego limpio en mis aficiones.
¿Tenemos el
habito de hacer trampas?
No.
¿Nos
engañamos y nos mentimos a nosotros mismos?
La enfermedad es muy astuta en mi cabeza. Antes
continuamente decía una cosa en mi cabeza conscientemente, y luego hacia totalmente
la opuesta. Me proponía una cosa y hacia la opuesta, o no hacia nada. Así que
ya no hago nada de eso, ni propuestas, ni decirme a mi mismo nada. Por que ya
se que me fallo a mi mismo, me miento siempre. Para mi era mas fácil hacerlo
así por defecto que cumplir todo lo que me decía, ya que muchas de esas cosas,
era incapaz de lograrlas, totalmente impotente ante ellas.
¿Hemos vivido
negándonos a ver la realidad de nuestras relaciones con la comida, de nuestros
defectos, y de la necesidad que tenemos que cambiar?
La compulsión por la comida puso una venda en mis
ojos. Primero centro toda mi atención en
la comida, olvidándome de todo lo demás, como si la vida no existiera, y la
comida y mi peso fuera lo único que existiera. Y además la mentira era que la
relación que tenia en aquel momento con la comida no era destructiva. Me estaba
haciendo daño con los ciclos de hambre y atracón, pero solo perder peso
importaba. Esa fue la mentira de la compulsión por la comida que yo viví.
Gracias a dios no durante mucho tiempo, busque ayuda rápidamente, y con la
ayuda del programa, mi mentalidad ha cambiado y ya no pienso así. Ahora se que
hay muchas mas cosas mas importantes en la vida, mas allá de lo que como o lo
que peso. Eso es solo una parte mas de quien soy, y no es todo mi yo, hay
muchas mas cosas en la vida que ver, que hacer, y que sentir.
¿Tendemos a
recrearnos en la parte negativa de las cosas?
Ya no. Eso es fruto del trabajo del programa. De
haber escrito durante años agradecimientos a diario. De que me enseñaran a ver
la parte positiva de las cosas incluso en las cosas malas. De escribir las
obsesiones y luego volver a escribirlas en positivo.
Uno de los síntomas de mi yo compulsivo era la
hipersensibilidad a todas las emociones y todo lo que me hacían los demás. Así
todo me dolía mas, y esto disparaba el mecanismo compulsivo de tapar estas
emociones con la comida. Para mi la enfermedad de la compulsión con la comida
era una grave distorsión de cómo percibía la realidad. Lo veía todo negro por
que así comía compulsivamente en un ciclo cerrado como una rueda, hasta el
infinito.
Para romper este ciclo de negatividad, dolor y
comida, fue necesario reprogramar mi mente a positivo durante el transcurso de
mi recuperación.
¿Estamos
agradecidos por lo que tenemos o ignoramos nuestras bendiciones y nos centramos
en aquello de lo que carecemos?
Ya no vivo en la postura de desear lo que no tengo y
no apreciar lo que tengo. Vivir en las carencias era una de las herramientas de
mi enfermedad para generarme malestar, tristeza, desazón, ansiedad y angustia.
Era estar persiguiendo siempre un horizonte inalcanzable de felicidad. Ya no me
creo la mentira de “serás feliz cuando…”. El programa me ha enseñado a ser
feliz hoy, con lo que tengo, con los kilos que peso, con la ropa que me valga o
no me valga, y con como este mi vida, haya problemas o no. De hecho me han
enseñado a ver los problemas como oportunidades de crecimiento, de aceptación,
y superación personal. No como simple dolor.
¿Somos
optimistas o pesimistas?
A día de hoy muy optimista. Huyo de la negatividad.
Viví en un depresión continua hasta que entre en oa, y el programa se la llevo.
Recuerdo que en el pasado cuando recaía mucho, lo primero que notaba antes de
la recaída era que me ponía negativo. Así que la positividad, ver lo bueno
incluso en lo malo es un seguro de vida anti recaídas. Ya no hay excusa, nada
negativo, por lo que comer.
¿Nos
esforzamos por mejorar nuestra situación o pensamos obsesivamente en las cosas
malas que nos pueden ocurrir?
Pienso que recuperarme es el arte de cambiar, de
mejorar, de ir hacia delante. Para recuperarme de la compulsión por la comida
hace tiempo que aprendí que tenia que dar lo mejor de mi como persona. No
siempre es fácil, pero vivo con ese propósito, que considero uno de los
principios de mi manera de vivir el programa de 12 pasos.
¿Ha amargado
nuestro negativismo la vida de los que viven o trabajan con nosotros?
A mi familia seguro, sobre todo por la oposición a
todo lo que yo hiciera o me gustara de mi madre. A otras personas, también. No
he sido especialmente santo antes de llegar al programa, y mi enfermedad
radiaba negatividad hacia fuera de mi, y recuerdo que note que las personas me
rehuían por eso.
¿Hemos caído
en el cinismo o la critica?
Si. Todavía sigo haciéndolo. A veces me libero de
ello, pero son las que menos. Pero esto ya no me hace recaer, ni me pone triste
o deprimido. He aprendido a manejarme en un entorno así sin comer
compulsivamente. Por supuesto se que renunciar a esto hace de mi mejor persona,
y me quita de muchos problemas. Espero que cuando llegue de nuevo a los pasos
6-9 pueda trabajar esta parte y mejorar.
¿Nos hemos
sumido en la autocompasión?
La autocompasión no es uno de mis defectos de carácter
mas fuertes. Si bien se me ha activado alguna vez, solo en momentos puntuales
cuando me han hecho daño algunas personas. Pero no vivo revolcándome en este
defecto. Creo que la aceptación me ha ayudado con el, en el sentido que mas que
quejarme de que todo me pasa a mi, lo acepto y sigo adelante. La mezcla mas
peligrosa es la de autocompasión, egocentrismo, y codependencia, expresada en la
pregunta ¿por qué todas estas personas no me aceptan a mi? ¿por qué tengo que
ser yo siempre el marginado de los grupos? Ahora se cual es la respuesta: por
que aprendí a vivir así, e inconscientemente mi enfermedad me lleva a
reproducir esas situaciones.
¿Nos hemos
hecho las victimas?
Si, cuando me han hecho daño. Pero creo que no he
usado el victimismo para manipular a otros. Mas bien para pararle los pies a
las personas que me han hecho daño, o para decirme a mi mismo que yo llevaba la
razón.
Etiquetas: cuarto, cuarto paso
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