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viernes, abril 17, 2009

Sobre la compulsión en mi vida, como funciona la enfermedad en la mente de un comedor compulsivo

Compulsiva con la comida, compulsiva con todo lo que haces. La compulsión se expresa en todo lo que vivimos. La mente del comedor compulsivo es asi. O te das atracones o estas a dieta. Y por extrapolación a todo lo demás, es o todo o nada. O te amo o te odio. No hay término medio. Mi recuperación me ha enseñado que es el camino del término medio. La búsqueda del 50%, del equilibrio. La idea de perfección en el horizonte me mantiene en la enfermedad. Quiero hacerlo perfecto, pero si no puedo hacerlo perfecto, ni lo intento y me siento un miserable. Con lo que me quedo quieto. La enfermedad gana, no hago nada y estoy a su merced... La perfección no existe, es una ilusión. Es un horizonte lejano que mi mente enferma pone ante mi para alejar de mi la recuperación y la felicidad. Y así me olvido del día a día, de vivir, y me voy perdiendo en fantasías inalcanzables...
El perfeccionismo auto impuesto es un síntoma común en enfermedades como la anorexia, bulimia y compulsión por la comida. Es la expresión del orgullo máximo, que es un buen defecto de carácter para que la enfermedad me dañe.

Hay que darse a uno mismo tiempo y tener paciencia con uno mismo. Trata de hacer lo que puedas hoy, no perfecto, si no lo mejor que puedas hoy. Y mañana lo mismo. Pasado también. Cada día me centro en hacerlo lo mejor que pueda hoy, trato de tener un buen dia hoy. No puedo resolver toda mi vida en un momento, pero puedo intentar pasar el día de hoy lo mejor que pueda, de hacerlo lo mejor que pueda hoy, y mañana dios dirá, y el ayer no cuenta. Centrarme en el día de hoy, me permite librarme del horizonte de la perfección y del lastre del futuro y del pasado.

Yo empecé por quererme a mi mismo, hacer cosas que me gustaran, darme mimos (por supuesto no en forma de comida), y de experimentar con los otros sentidos. Música tranquilita, paseos tranquilitos, disfrutar del sol y del buen tiempo, llenar la bañera y meterme allí con un libro y unas velas. Mil cosas que se pueden hacer para quererte. Lo que sea para salir de la vida convencional y llena de gritos, estress y frustaciones. La paz interior es la clave de la abstinencia. Antes me comía mis emociones, ahora no, por que estoy en paz. Se trata de neutralizar en mi el mecanismo adictivo de “la vida me duele, uso la comida (u otras sustancias) para tapar o neutralizar ese dolor”. La comida es el peor analgésico, ansiolítico o antidepresivo que puedo tomar. Abstinente y en recuperación ya no necesito la adicción a la comida para vivir, por que mi vida esta en un punto que no me duele. Vivo en un suspensión diaria de mi enfermedad. Libre de ella por 24 horas.

1 Comentarios:

Blogger marian escribio...

Excelente reflexión!
Yo también soy adicta a la comida, estoy haciendo una dieta hipocalórica y siento q si me salgo en un ápice fracasé, en cierto modo es así porq no hice lo que había decidido pero me quedo pensando en eso de la expresión del orgullo máximo. Siento q puedo hacerlo y q voy a hacerlo perfecto porq no quiero más debilidades, eso lo convierte en una mochila a veces pesada pero eso tb tiene q ver con q a veces no logro quitar la comida de mi cabeza, y a pesar de todo, como dijo una amiga, es solo comida...no es más que eso...y yo quiero mucho más q comida, quiero una vida menor y más sana, sentirme más linda, más agil, más liviana, más aliviada de los dolores, más feliz al sentirme LIBRE.
Siempre te leo y te agradezco nuevamente este enfoque en el que concuerdo totalmente.
Un beso

17 abril, 2009 16:02  

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