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lunes, octubre 06, 2008

#PREGUNTA Nº 29 Al haber dado los Pasos 1 y 2, nuestro éxito en el Programa depende de dar por completo el Paso 3.

Yo a veces tengo lo que llamo crisis de tercer paso. Para mi el tercer paso consiste en dejar de pensar que yo se lo que es bueno para mi, renunciar al control de mi vida, y dejar mi destino y mi día a día en manos de mi poder superior.

Cuando tengo una de estas crisis de tercer paso, yo me quiero volver a poner de nuevo al mando. Quiero controlar. Por que no acepto lo que pasa. Me pienso que yo puedo arreglar la situación. Me olvido de hacer lo que tengo que hacer y quiero solucionarlo todo de un plumaza, cargar con todo sobre mis hombros.

El tercer paso es un momento crucial y decisivo de mi programa. Es la clave para liberarme de la angustia y la frustración y del dolor que causa la enfermedad.

Parto de la base de que soy adicto, adicto a la comida. Llamaría a “comer compulsivamente” a “comer adictivamente”. Para mi la base de una adicción es buscar en la sustancia o en la acción un placer o confort, en este caso en el comer, en el acto del atracón. Así pues comemos para sentir placer, para compensar el dolor de mi vida. Soy adicto. La vida me duele, como. Uso la comida para no sentir dolor, anestesio mis sentidos con comida.

¿Cómo ayuda el tercer paso a parar este ciclo de dolor – atracón, en el cual consiste la adicción a la comida? Liberándome del peso de mi vida. Ya no soy yo el responsable de todo. Ahora es dios quien esta al cargo, yo solo paso por aquí. El lo ve todo desde más arriba y tiene una visión mas coherente y completa. Ya no soy responsable de mi destino, ya puedo dejar de culparme a mi mismo por todo. No tengo necesidad de sopesar toda mi vida en un momento. Es la liberación. Además creo que voy a estar en mejores manos que las mías, por que dios me ama, me cuida, a mi y a todos, y tiene un lugar reservado especialmente para mi en el orden de todas las cosas. El sabe lo que es bueno para mi, yo no lo se, y solo he de aceptarlo.

Esta manera de pensarlo es la liberación, por que ya no soy ni vencedor ni culpable. Dejo de ver la vida en términos de éxito o fracaso, y cultivo la idea de la aceptación de lo que me ocurre, bajo un propósito secreto de un poder superior que me manda las cosas que necesito, incluidas las dificultades, para hacerme crecer interiormente.

Al dar el tercer paso ya no me cierro en banda ante el dolor, ni lo vivo en una auto negación adictiva. Ahora lo acepto, se que una cuota de dolor es normal y aceptable en mi vida y vivo con ello. Cuando acepto las cosas que me pasan me pongo en marcha para solucionarlas, no trato de taparlas, esconderlas o negarlas. El dolor viene se siente y se va, y ya esta. No por un poco de dolor o por un problema tengo que poner patas arriba mi vida. Por que yo ya no tengo poder de decisión, es dios que manda, yo acepto y me adapto.