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domingo, agosto 03, 2008

Sugerencias para unas fiestas/vacaciones abstinentes

El siguiente texto no es mio, me llega a traves de una compañera del programa, pero me ha parecido interesarte ponerlo aqui, para recordarlo, yo que soy tan inestable en los viajes.

Asegurar unas fiestas abstinentes
Las siguientes ideas son sugerencias de miembros de OA para pasar las fiestas en abstinencia:
1.- Centrarse en el verdadero significado de las fiestas más que en los banquetes de comida que a menudo vienen con ellas.
2.-No te permitas sentir mal a causa de las expectativas irreales de lo que las fiestas puedan traer. A veces estamos con la familia, otras veces con amigos, a veces estamos solos. Enfréntate a la realidad de la situación por adelantado. Por ejemplo, si una situación familiar por lo general se vuelve incómoda, planea no ser parte de esa incomodidad. Si vas a estar solo, enfréntate a que puedes tener que enfrentarte a la tristeza. Planea tratar con ello sin exceso de comida.
3.- Aumenta tu balance bancario de la recuperación asistiendo a más reuniones antes y durante las vacaciones, trabajar más fuertemente los 12 Pasos y usar todas las herramientas, especialmente el servicio. Mantente en contacto con tu padrino. La enfermedad no se toma vacaciones, ni tampoco debería hacerlo nuestra recuperación.
4.- Lleva los números de teléfono de OA contigo todo el tiempo. Úsalos.
5.- Conoce los límites de tu recuperación. Cuando tengas dudas, evita personas, lugares y cosas que en el pasado han disparado tu compulsión. La fiesta no vale tanto. Elige no asistir si ves que puede acarrear un problema mayor. Recuerda que la abstinencia, un día a la vez, tiene que ser la mayor prioridad en tu vida. Sin ella, todo lo demás se resiente.
6.- En lo que se refiere a la comida trata la fiesta como cualquier otro día. Nuestra enfermedad nunca se toma vacaciones.
7.- Planea algo especial para ti cuando los otros están comiendo postres azucarados que tu has elegido no incluir en tu plan de comida. Los tés especiales, agua caliente con limón, fruta, algo que sea un poco especial para ti.
8.- Tanto si es una reunión de fiesta o una fiesta normal, elige fijarte en la gente antes que en la comida. Elige a ciertas personas y empieza una conversación “real”. Si no quieren jugar, vete con otros. A la gente le gusta hablar sobre sí mismos. Pregúntales sobre ellos, sus vidas, sus trabajos, y escucha realmente.
9.- Trata de conectar con gente en la mesa. Haz de la comida algo secundario
10.- Coloca un lugar extra junto a ti en la mesa (real o imaginario) para tu PS.
11.- Recuerda el Paso dos. Dice que con la ayuda de un PS, podemos recobrar el sano juicio. Habla con tu PS. Tu PS puede mantenerte cuerdo, un día a la vez, una comida a la vez.
12.- Durante las fiestas sal de ti mismo dando servicio, cualquier servicio, tanto en tu programa, en necesidades de otros o en la comunidad. Haz algo que pueda ser un poco difícil para ti, pero sobre lo que tu sientas que luego te sentirás mejor. Concédete a ti mismo algo por lo que te puedas respetar.
13.-¡Planea!¡Planea!¡Planea!. Sé activo en lo que se refiere a las fiestas y a las comidas. No te limites a aposentarte y esperar lo mejor. Repasa en tu mente una y otra vez lo que harás, sobre todo qué, dónde y cuándo comerás. Reza antes de sentarte a comer.
14.- Justo antes de sentarte a comer o de que te sirvan, ve a una habitación privada en casa o en el restaurante, llama a tu padrino y comprométete con lo que vas a comer, así como lo que escogerás no comer. No importa si hablas con tu padrino o con un contestador. Es tu compromiso.
15.- Si estás invitado en casa de algún amigo para la cena depende de ti saber lo que se va a servir y es algo que tú has elegido comer. Llama al anfitrión. Planea en consecuencia. La gente comprende las limitaciones alimenticias de otros. Incluso gente que no tiene nuestra enfermedad tiene comidas que no comen por una u otra razón. Bríndate a llevar algo que sea bueno para ti. La anfitriona pensará que tu eres amable y tu te estas cuidando a ti misma.
16.- Recuerda que tu eres responsable de lo que comes. Es fácil cuando estás sentada con la familia volver a caer en viejos e infantiles papeles en los que tu debes comer todo lo que te den. No es verdad. Somos adultos y responsables de nuestras propias decisiones. Depende de nosotros cuidarnos a nosotros mismos. Depende de nosotros poner los límites que necesitemos en nuestras familias.
17.- Gratitud, gratitud, gratitud. No hay nada mejor para permanecer abstinentes, especialmente durante las vacaciones, que fijarnos en las muchas cosas que tenemos en vez de en las que no tenemos. Haz listas de agradecimiento frecuentemente.
18.- ¿por qué no escribir a cada persona de la mesa una nota diciendo por qué estáis agradecidas por haberlas conocido? Déjaselas en su sitio en la mesa. La atención se centrará en el significado real de la fiesta en vez de en la comida.
19.- Para muchos de nosotros, el momento más peligroso para nuestra abstinencia es después de haber pasado una situación difícil con éxito. La locura de nuestra enfermedad nos dice a través del subconsciente que nos premiemos a nosotros mismos con comida ya que lo hemos hecho tan bien. O, experimentamos una especie de bajón relacionado con esa situación. No se cumplieron nuestras expectativas. Algunos de nosotros sentimos un vacío después de las fiestas que en el pasado habíamos intentado llenar con comida. Por estas razones, planea ir a una reunión al día siguiente de la fiesta.
20.- Una fiesta no es una crisis. Las fiestas vienen cada año. Son simplemente fechas en el calendario elegidas para celebrar ciertas cosas. Nosotros tratamos las fiestas igual que a cualquier otro día del año. Tu puedes hacerlo. Relájate y trabaja tu programa del modo que tu sabes