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lunes, junio 04, 2007

Compartir diario y gracias a mi pareja

Antes que nada, y de publicar mi siguiente texto de trabajo del programa quiero dar las gracias a mi Novia Vv por que sin ella ahora mismo no podría estar escribiendo estas palabras. Me doy cuenta de que estar con ella me hace mucho bien, me apoya y me comprende en mi trabajo diario con esta enfermedad que sufro que es un trastorno de la alimentación.

Sin mas, ya comparto mi trabajo diario:

Mi enfermedad es de carácter mortal. Y no es una muerte rápida y bonita, no. Es lenta, humillante y dolorosa. Es la degradación de mi propio yo como persona hasta convertirme en un esclavo total de la comida, física, mental y espiritualmente. Así es la enfermedad, puede destruirme lentamente y llevarme a la negación de mi mismo. O puede matarme rápidamente, con ideas suicidas, o con un accidente de trafico por ir comiendo en el coche, o de una indigestión por una sentada enorme de gran cantidad de comida, o de inanición por haberme negado la comida durante demasiado tiempo.

Ante tal desesperación la fe para mi fue un clavo ardiendo, un salvavidas, lo ultimo que me quedaba, el ultimo recurso de los desesperados. Era eso o vivir mis últimos de rodillas encaminándome hasta el final muerto por obesidad, o suicidio por depresión.

Y yo soy de los afortunados. Otros no tienen la fuerza de escoger vivir cuando se ven en el fondo. Yo toque mi fondo y pensé que tenia que hacer algo para salir, tuve ganas de vivir, que se convirtió en una esperanza, y cuando vi como el programa de 12 pasos funciona, se convirtió en fe en el programa, en mi recuperación, en mi poder superior tal como yo lo concibo y en todo lo que so conlleva.

Ante la alternativa de mi destrucción personal por medio de la negación o el exceso de comida en periodos alternos, admití que yo solo no podía con la comida y mi manera de comer, ya que me estaba destruyendo tanto a nivel psicológico como físico. Además mi vida estaba en un callejón sin salida, donde yo por mucho que hiciera no era capaz de mejorar mi situación. Yo era impotente ante mi manera de comer, por que la usaba como método para controlar mi físico y mi salud, y era incapaz de llevar una vida feliz y plena mediante mis decisiones, mi vida para mi era ingobernable. Solo vivía rodeado de dolor.

Admití que yo solo no podía, que necesitaba ayuda. Y la encontré. Descargue el peso de mi vida, ya no necesitaba encargarme de todo yo solo. Admití que mi vida no depende de mi, que son tantas cosas las que me pasan que escapan a mi control. Al ser mi vida ingobernable, aprendí que solo puedo adaptarme a todas las cosas que me pasan. Así pues vivir día a día, adaptándome, sacándole el máximo provecho a cada momento, en vez de estar al mando del timón de un barco que se hundía, me hizo cambiar la óptica hacia una manera de vivir mucho mejor.

Ahora se que hay una parte que no depende de mi. Esa es la parte de Dios, del destino, de las coincidencias, llámalo como quieras. Pero es su parte. Es la parte que escapa a mi limitada comprensión humana. A veces parecen simple y llanas coincidencias pero todo pasa por algo, todo tiene su por que, y a veces las coincidencias son tan evidentes que es imposible creer que haya sido por que si.

La fe es una poderosa herramienta para mí. Cuando he querido hacer algo, si he creído en ello y me he convencido sinceramente de que podía lograrlo, me he dado cuenta de que tenia medio camino hecho.

Por eso hoy creo en lo que yo quiero creer por que tengo la libertad para escoger en aquello que quiero creer. Creo que yo no puedo solo, ni que hay voluntad humana que pueda ayudarme con una enfermedad Terminal como la mía. Pero creo que hay algo superior a mi, algo indefinido, fuera de todo raciocinio que si puede, por que es omnipotente y puede con esto y con todo el universo. Cuando yo me acerco a ese algo superior a mi me presta parte de su fortaleza y serenidad y yo puedo. No por mi, si no por que me ayuda. Y así día a día, puedo llevar una vida mejor, mas sana, y mas plena.